Dafne, Susana, Aurelia, Malena e Imelda terminan encarceladas por tener un parto fortuito, acusadas de "asesinar" a propósito a sus "bebés", sin tomar en cuenta su situación familiar, o siquiera su propio testimonio. Son mujeres a las que no solo ha burlado el juzgado, sino el abogado que se acerca a la familia para exprimirla al grado de hacerse de su casa, única propiedad, y de todos modos no resolverles nada.
Luciana habla de las asociaciones civiles que se han dedicado a hurgar en estos expedientes para dar una luz de esperanza, de los periodistas que se han dedicado a gritar estas historias, porque muchas veces no se trata de indiferencia, sino de total desconocimiento...
Esta no es una novela. No es una historia con personajes que superan retos y obtienen recompensas. Es un trabajo periodístico real, tangente, que da voz a quienes no la tienen y abren la mente de quienes quieran conocer un poquito más de lo que pasa en ese mundo real, al que muchas veces no nos permitimos salir.
Lo recomiendo ampliamente para comprender mejor a las mujeres que se hacen fuerte a base de golpes, que soportan y toleran y avanzan. A las que no son afortunadas. A las que no son privilegiadas. A las que pagan con años de vida un vacío legal tan grande, que parece socavón.
Dense la oportunidad de buscar obras de periodistas, de derechos humanos, de estadísticas actuales, de historias que nos están rebasando sin que siquiera sepamos de ellas. Hagamos un espacio para acrecentar nuestra cultura y compasión, así como empatía, por quienes, como nosotros, comparten este mundo. Aprendamos a dar una segunda lectura a cada suceso, antes de dar una sentencia definitiva, que en este caso fue legal: mujeres encarceladas por un aborto, algo que no podemos controlar, algo que puso en riesgo su vida, ¿por qué tenemos que seguir sufriendo por un suceso que es tan natural? Somos mujeres, parimos. Es parte de. ¿Por qué debe ser criminalizado?
El aborto, uno de los principales temas de la agenda social actual, debe ser visto desde todos sus matices. Este libro es un buen ejemplo de por qué se debe estar de acuerdo con su legalización. Muestra los casos de los que no se habla en las marchas, los que desconocen los que se quejan de las pintas: los que arruinan vidas, separan familias, rompen confianzas. LOS QUE PUEDEN SER EVITADOS, PUES SON INJUSTICIAS ABSURDAS, y en ello todos tenemos algo por hacer.
Comentarios
Publicar un comentario