Esta historia es rara. Tiene el fondo, tiene la forma, pero es una forma confusa. Eulalio proviene de una estirpe de buena posición en Brasil, de generaciones y generaciones de Eulalios que han hecho buenos negocios, pero que se encuentra hospitalizado, agonizante y senil, contando la misma historia sobre su pasado, a una mujer que bien puede ser su hija, bien puede ser su enfermera.
Solo y temiendo que sus vivencias se olviden, recuerda cuando conoció a su esposa Mathilde, una jovencita que dejó la escuela para casarse con él, y que le causaba crisis de deseo incluso mientras estaba en misa. La mujer muere, de forma misteriosa, a los 17, dejándole una hija (a la que no había duda de que debía bautizársele como María Eulalia) que se caracteriza por tener muy mala suerte en el amor, y fallar en sus historias ya sea con hombres, ya sea con mujeres. Su primer esposo deja en la calle a nuestro anciano protagonista y huye lejos, dejando a su esposa abatida y en el hogar familiar nuevamente. La historia de la muerte de su madre le era un tabú: no supo si fue de preeclampsia, ahogada en el mar, o en un sanatorio. Tuvo un hijo rebelde, un nuevo Eulalio (el chicharrón), que es criado por su abuelo debido al abandono de su padre, pero le sale bravo y les acarrea problemas, tal como el llevarles un bisnieto, un nuevo Eulalio Jr, que nace dentro de la cárcel porque su madre era una presa (que muere durante el parto). Este niño tuvo todo el apoyo del anciano, quien hizo uso de sus influencias para meterlo en las mejores escuelas.
El padre del anciano, otro más de los Eulalios, no tenía reparo en que su hijo lo viera con prostitutas o en darle sus primeras dosis de cocaína. Fue un hombre promiscuo al que se presume que mataron en un ajuste de cuentas. Llevaba a todos lados un látigo con el que sabía castigar, aunque no sentía placer en pegarle a sus esclavos negros.
La madre de nuestro protagonista pasó las de Caín con su esposo infiel, y murió cuando se le sacó de su casa de siempre, en la que ya no hablaba, por la pena.
Eulalio, nuestro protagonista, llega a sus 100 años en un festejo peculiar, con la novia de su tataranieto.
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Si
supieras cómo me gustan tus llegadas, llegarías corriendo cada día.
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Cada mujer tiene una voz secreta, con su melodía característica, que sólo
conoce quien se la lleva a la cama.
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Pero si con la edad nos da por repetir ciertas historias no es por demencia
senil, sino porque algunas historias no paran de ocurrir en nosotros hasta el
final de la vida.
Chico Buarque nació en Río de Janeiro, Brasil, el 19 de junio de 1944. Poeta, cantante, novelista y dramaturgo. Ha sido más reconocido como músico, con mensajes políticos en sus canciones. Ha escrito nueve novelas y es una figura cultural de importancia en su país.
“Al final de tantos sinsabores, creo que hasta me he vuelto más guapo, como sucede a quien sufre un proceso sin saber por qué.”
Lee conmigo en: https://ww3.lectulandia.com/book/leche-derramada/
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