La cuarta parte de la saga de Harry Bosch se centra completamente en su obsesión por descifrar el asesinato de su madre, Marjorie, asfixiada con un cinturón en 1961, en un caso que no fue procesado correctamente y que terminó por declararse como un crimen pasional. Marjorie era prostituta, y buscaba desesperadamente la forma de sacar a Bosch del orfanato. Su mejor amiga, Meredith Roman, había cambiado de nombre y de vida hacía muchos años, pero todavía podía contarle a Bosch emotivas anécdotas sobre la gran amistad de dos chicas que creían que una vida fuera de la prostitución ya les era un camino imposible. Bosch es forzado por el Departamento a ir a Chinatown, código con el que los colegas se referían a la terapia psicológica para determinar si estaba o no apto para volver a las calles. Carmen Hinojos, su terapeuta, teme que su carácter impulsivo no le permita abrirse lo suficiente para dejar que le ayude. Bosch se encuentra en un hoyo sentimental porque Sylvia se fue del país ...
Escribo un blog desde 2003. Vaya, ya 19 años. Lo verdaderamente curioso es que también tenía 19 años en ese entonces.