29 Minutos Bajo el Sol

  Amo los libros de Buhomil porque, a pesar de que tuvo una vida difícil, siempre la vio con bondad y entusiasmo, y aprendió, enriqueció su alma, LO COMPRENDIÓ... Ese es un regalo del que no mucha gente puede presumir. Esta obra es la historia de un camarero (al que, en su etapa alemana, se le conoce como  Herr Von Ditie ) que se inicia en la vida laboral en una posada modesta, donde aprende a quedarse con las monedas de cambio para hacer sus propios ahorros (ya que sueña con poder ir al prostíbulo a estrenarse). Cuando por fin puede ir, comienza a comprender la importancia que tiene el dinero, el cómo le va consiguiendo todo. Se hace de un frac y va ensayando cómo caminar derecho y poderoso. Es recomendado por el señor Walden para su segundo trabajo, también como camarero en el hotel Plácido, donde se hace amigo de un mesero con más antigüedad, Zdenek. Debe irse por un malentendido, conociendo el hotel París, donde el jefe de meseros ( Skřivánek)   era famoso porque alguna vez sirvió

  Realmente voy a extrañar a Rebecka Martinsson y sus sorprendentes asesinatos, en los que puedes contar con que la vida (o su creadora) la colocará en el ojo del huracán en un intenso final de unas 30 últimas páginas que no podrás soltar aunque sean las dos de la mañana... Este es el último libro de su saga y cierra con la historia de una familia por la que corre la desgracia. Todo comienza con una hermosa y tierna historia de amor de principios del siglo pasado (uff, nosotros que somos de los mil novecientos ¡y ya somos del siglo pasado!) en la que Elina, una dulce joven rubia y guapa, conocedora -y abusadora- de su belleza, llega a Kiruna para ser maestra de primaria, a las órdenes de Hjalmar, su jefe y gerente de las minas del pueblo, fuente básica de sustento de los pobladores. Bueno, ellos dos se enamoran a primera vista desde el viaje en tren en el que ambos se dirigen a Kiruna. Allí, Hjalmar la coloca como compañera de vivienda de Flisan, su criada, una chica sencilla y trabaja