Lectura: El Conde de Montecristo.
Hablamos de: novela.
Autor: Alejandro Dumas (padre).
País: Francia.
Trama: un joven dichoso, con la vida por delante, es traicionado por sus enemigos y llevado a prisión. Al salir de ella, con la ayuda de un abate vecino de celda, jura vengarse de quienes lo ha puesto en tan precaria situación, y con esa idea en mente regresa a su ciudad, a encontrarse con un mundo completamente distinto.
¿Qué nos dice?
Es una muestra del cómo las condiciones más precarias enaltecen o desgarran el espíritu humano. También da tiempo a la redención, a los finales felices y a la justicia divina. Justificadamente es una de las obras más importantes de la literatura universal, ya que maneja tantas virtudes como defectos humanos.
Temas que trata: venganza, amor, gratitud, locura, honor, divinidad, justicia, miedo, decepción, tristeza, avaricia, vida marinera, aristocracia.
Dificultad de lectura: media. Ocupa palabras difíciles y antiguas, lo que baja la velocidad de lectura. Sin embargo, la historia avanza tan interesante que resulta fácil seguir leyendo. Es una novela larga, en algunas versiones de más de 600 páginas.
¿Qué se rescata?
El amor por la vida.
El arrepentimiento sincero, aún cuando haya que pasar por dificultades antes de llegar a él.
Las vueltas que da la vida, sin que podamos hacer nada por detenerlas.
La fuerza que el odio puede dar. Fuerza que bien dirigida puede crear grandes cosas.
El amor, siempre fiel, aún con el paso de los años.
¿Qué se pierde?
Nada. Cada personaje tiene el final que merece, y el final de la obra te deja con una sonrisa y un profundo sentimiento de amor.
¿Que sensación me deja?
Orgullo y amor. Una sonrisa por cada vez que recuerde la historia. ¡Es magnífica!
Personajes para recordar.
Edmundo Dantés: marinero joven, talentoso y enamorado que es acusado de bonapartista, consiguiendo con ello que sea encarcelado antes de celebrarse su boda con Mercedes. Luego de 14 años encerrado en un castillo, escapa y planea su venganza. Conoce a los hijos de sus amigos y enemigos, y se crea diferentes personajes para pasar desapercibido. Así es como aparece como Simbad el marino, Lord Wilmore, o el abate Busoni. Al final, logra reconciliar sus sentimientos y estar en paz con él mismo.
Abate Faria: religioso que es encarcelado en la misma prisión que Dantés. Nadie le cree cuando dice que es millonario y que puede pagar un buen rescate. Enseña a Edmundo cómo pueden escapar ambos, además de instruirlo en idiomas, arte y cultura. Muere en prisión.
Fernando Mondego, luego Conde de Morcef: primo de Mercedes que siempre estuvo enamorado de ella. Con la ilusión de que se casaran, escribe la carta que acusa a Edmundo de traidor y con la que es encarcelado. Más adelante compra su título y fama con malos negocios, aunque no deja de ser una persona cobarde.
Mercedes, luego condesa de Morcef: enamorada de Edmundo. Al estar sola en el mundo y no saber si Edmundo regresará, se casa con Fernando y se dedica al hogar y a su hijo. Nunca consigue olvidarlo, ni siquiera después de volver a verlo. Es atormentada por sus remordimientos y recuerdos.
Alberto de Morcef: hijo de Fernando y Mercedes. Joven astuto, ilusionado con la vida, se hace amigo de El Conde de Montecristo, a quien admira.
Danglars: marinero que siempre sintió envidia por Dantés, y cuando supo que podía ganar su puesto de capitán planea el complot para mandarlo a prisión. Se convierte en un baquero famoso, pero Dantés buscará la manera de hacerlo caer en la ruina.
Erminia Danglars: casada con Danglars. Antes de ello, tiene una aventura con Villefort y de ella nace un hijo bastardo: Benedetto.
Eugenia Danglars: Hija de Danglars y Erminia. Un alma libre que no quiere casarse, sino dedicarse al arte. Sus padres quieren casarla en dos ocasiones, con el único fin de preservar la posición económica de la familia.
Gerardo de Villefort: procurador del rey. Dicta la sentencia de prisión para Edmundo por miedo a que hable sobre la situación política de su padre.
Eloísa de Villefort: esposa de Gerardo en segundas nupcias. Siente gran amor por su hijo Eduardo, luego de perder a Benedetto. Este amor la ciega a tal punto que busca deshacerse de los miembros de la familia para hacerlo único heredero.
Valentina de Villefort: hija de Gerardo en su primer matrimonio. Mujer dulce, tierna, cariñosa y comprensiva muy querida por todos. Quieren casarla a la fuerza, sin saber que su corazón pertenece a Maximiliano.
Maximiliano Morrel: hijo del antiguo jefe de Edmundo. Entabla amistad con él, quien lo ve como un hijo.
Gaspard Caderousse: vecino de Dantés. Sastre codicioso que participa en el fraude por el cual Edmundo va a la cárcel. Se convierte en un asesino y criminal.
Benedetto: hijo bastardo de Erminia y Gerardo. Es criado con amor, pero se vuelve un delincuente al que Edmundo hace pasar por un príncipe de buena posición, Andrés Cavalcanti.
Bertuccio: mayordomo del Conde de Montecristo. Educa a Benedetto como hijo propio, tras rescatarlo de ser enterrado vivo.
Haydée: princesa de Janina que se ve caida en desgracia por la traición de Fernando. Es vendida al Conde de Montecristo, a quien ama y venera.
Retacitos para el librero.
Los curiosos, por instinto presienten la desgracia.
xx
Siempre hay Dios en el cielo para la gente honrada.
xx
No puede responder de ser siempre honrada y hacendosa, la que ama a otro hombre que no sea su marido.
xx
¡Ay de los que no gustan del vino!, tienen algún mal pensamiento, y temen que el vino se lo haga revelar.
xx
El que odia no se engaña en los sentimientos de los demás.
xx
La alegría causa a veces una sensación extraña, que oprime el corazón casi tanto como el dolor.
xx
El corazón de la mujer es de tal naturaleza que aunque árido y endurecido por las exigencias sociales, siempre guarda un rincón fértil y amable, el que Dios ha consagrado al amor de madre.
xx
Porque Dios puede cambiar el porvenir, mas no el pasado. Lo que nosotros, los hombres, podemos solamente es cubrirlo con un velo.
xx
Siempre son sagrados los deseos de un moribundo.
xx
Así, pues, respiró a sus anchas esa brisa ligera que lleva en sus alas los dulcísimos e incomprensibles misterios de la noche y del mar.
xx
Recordó las oraciones que le enseñaba su madre, hallándoles una significación entonces de él desconocida, porque las oraciones para el hombre que es dichoso son a veces palabras vacías de sentido, hasta que el dolor viene a explicar al infortunio ese lenguaje sublime con que nos habla Dios.
xx
Es volverse contra Dios intentar lo que Dios no quiere.
xx
-Observad -le dijo Faria - ese rayo de luz que entra por mi ventana, y reparad en la pared las líneas que yo he trazado. Gracias a esas líneas, combinadas con el doble movimiento de la Tierra, y la elipse que ella describe en derredor del Sol, sé con más exactitud la hora que si tuviese reloj, porque el reloj se descompone, y el Sol y la Tierra no se descomponen jamás.
xx
Dios ha dado al hombre la inteligencia para remediar la pobreza de sus sentidos.
xx
La voluntad de Dios es que el hombre que ha creado y en cuyo corazón ha puesto con tantas raíces el amor a la vida, haga cuanto pueda por conservar esta vida, tan trabajosa algunas veces y siempre tan amada.
xx
Es sacerdote y Dios se lo tomará en cuenta, por no dar al infierno el gusto de enviarle un sacerdote.
xx
Rendido como estaba de fatiga, se quedó dormido, con ese delicioso sueño que embarga al hombre cuya materia se aletarga, pero cuya alma permanece despierta con la idea de una felicidad inesperada.
xx
La culpa no era de Dantés, sino de la naturaleza, que haciendo tan limitado el poder del hombre, le ha puesto deseos infinitos.
xx
No basta ser hombre honrado, para prosperar en este mundo.
xx
-Desapareció, sí -repuso Caderousse-, como desaparece el sol para volver a salir más esplendoroso al otro día.
xx
Dejémonos ir, que sólo una vez se muere.
xx
El edificio que la desgracia destruye, la Providencia puede reedificarlo.
xx
»Pues bien, lo que aquellos jóvenes bienaventurados tomaban por realidad era un sueño, pero un sueño tan dulce, tan embriagador, tan voluptuoso, que se vendían en cuerpo y alma al que se lo proporcionaba, y obedientes a sus órdenes como a las de Dios, iban a buscar hasta el fin del mundo la víctima indicada para herirla, expirando en medio de sus torturas sin proferir una queja, alentados por la esperanza de que su muerte no era sino una trasmigración a aquella vida de delicias que les daba a probar esta hierba santa, que acaban de servirme en vuestra presencia.
-Entonces -exclamó Franz-, es el hachís,
xx
¡Fragilidad, tienes nombre de mujer!
xx
Es conveniente acostumbrar los sentidos a una nueva; como acontece en todas las impresiones, dulce o violenta, triste o alegre, existe una lucha entre esta divina sustancia y la naturaleza, que no está
organizada para el placer, y que se aferra mucho al dolor. Es necesario que la naturaleza vencida muera sobre el campo de batalla, es preciso que la realidad suceda al sueño, y entonces es el sueño el que domina absolutamente, y la vida se hace sueño y el sueño se hace vida.
xx
No parece sino que el humo del tabaco bueno tenga la propiedad de quitarnos todas las penas, dándonos ilusiones en cambio.
xx
Cuando se hace ver a un amigo una ciudad que uno ya conoce, se usa de la misma coquetería que para enseñarle la mujer a quien se ama.
xx
Habían ido creciendo el uno y el otro como dos árboles que mezclan sus raíces bajo la tierra, sus ramas en el aire, su perfume en el cielo.
xx
En la vida sólo hay una preocupación: la de la muerte. Y qué, ¿no os parece curioso estudiar
de cuántas maneras puede el alma salir del cuerpo, y cómo, según los caracteres, los temperamentos y aun las costumbres del país, sufren los individuos ese supremo traspaso del ser a la nada?
xx
Lo más curioso que hay en la vida es el espectáculo de la muerte.
xx
Suscitando dos preocupaciones opuestas, cuales son, primero la de conservar encendido su moccoletto, y después la de apagar el moccoletto de los demás. Con el moccoletto sucede lo que con la vida. Es verdad que el hombre no ha encontrado hasta ahora más que un medio de transmitirla y este medio se lo ha dado Dios, pero, en cambio ha descubierto mil medios para quitarla, aunque también es verdad que para tal operación el diablo le ha ayudado un poco.
xx
Conocíase también por otro lado, preciso es decirlo, el inteligente egoísmo del joven, amante de la vida libre y ociosa, de los hijos de familia.
xx
Las vistas al exterior son tan necesarias a los jóvenes, que quieren siempre ver al mundo atravesar por su horizonte, aunque este horizonte no sea más que la calle.
xx
-La puntualidad -dijo el conde de Montecristo- es la política de los reyes.
xx
El que espera el momento de cometer un asesinato cree siempre oír gritos en el aire.
xx
-No lo creáis, Bertuccio -dijo el conde-, los malos no mueren así, porque Dios parece protegerlos para hacerlos instrumentos de sus venganzas.
xx
Todo mal tiene dos remedios, el tiempo y el silencio.
xx
Nunca he oído decir que los muertos hayan hecho en seis mil años tanto daño como los vivos en un solo día.
xx
«Es la joven una flor, cuyo fruto es el amor...» Dichoso el que la obtenga después de haberla visto madurar lentamente.
xx
Un antiguo soldado gusta siempre de llevar poco equipaje.
xx
Cada hombre tiene su pasión, lo mismo que cada fruta su gusano
xx
-¡Son, en verdad, criaturas locas las mujeres que se creen genios, porque han conducido una o dos
intrigas!
xx
En el fondo de las pasiones, más allá del placer, hay siempre un poco de remordimiento.
xx
Así, pues, la mayor parte de las malas acciones de los hombres les salen al encuentro disfrazadas bajo la forma que el caso requiere; una vez cometida la mala acción en un momento de exaltación, de temor o delirio, se comprende que uno habría podido evitarla.
xx
Nada intimida tanto a los ancianos como la muerte, que se aparta un instante de su lado para herir a otro anciano.
xx
El que da a los pobres presta al Eterno.
xx
El amor confiere alas.
xx
La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta.
xx
Goces que encontraba en la lucha que muchas veces sostenía contra la naturaleza, que es Dios, y contra el mundo, que puede muy bien llamarse el diablo.
xx
Está escrito que las faltas de los padres recaerán sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación.
xx
Las heridas mortales tienen de particular que se ocultan, pero no se cierran: siempre dolorosas,
permanecen vivas y abiertas en el corazón.
xx
Los hombres generosos son siempre compasivos, cuando la desgracia de su adversario es mayor que su odio.
xx
Sé que el mundo es un gran salón del que es necesario salir con cortesía, saludando y pagando sus deudas de juego.
xx
En todo cerebro bien organizado, la idea dominante, y siempre hay una, es la primera que se presenta al despertarse, como es también la última que se tiene al dormirse.
xx
Para ciertos organismos, el trabajo es el remedio de todos los males.
xx
¡Una buena madre no parte sin su hijo!
Contigo aprendí:
Palabras aprendidas con esta lectura:
1.- bauprés: m. Palo horizontal fijado en la proa de los barcos.
2.- consabido: adj. Que es sabido o conocido por todos los presentes: lo logró como siempre con su consabida habilidad. Habitual, característico, acostumbrado: nos dieron el consabido discurso de bienvenida.
3.-perorata: f. Discurso o charla muy largo y aburrido: ¡vaya perorata que nos ha largado el inspector!
[También se dice peroración]
4.- añagaza: f. Señuelo para coger aves: como añagaza suele utilizarse un pájaro de la especie de los que se trata de cazar.
Artificio para atraer con engaño: déjate de añagazas y empieza a trabajar de una maldita vez.
5.- abate: m. Clérigo extranjero, especialmente francés o italiano, o clérigo español que ha vivido mucho tiempo en Francia o Italia: el abate Marchena falleció en Sevilla en 1821.
Clérigo cortesano y frívolo del siglo XVIII: en ese cuadro dieciochesco aparece un abate.
[No confundir con abad].
6.- ujier: m. Portero de un palacio o tribunal. Empleado subalterno de algunos tribunales y cuerpos del Estado: el ujier colocó una botella de agua sobre la tribuna de oradores.
7.- medra: f. Aumento, mejora, adelantamiento o progreso de una cosa: se admiró de la medra del negocio.
8.- sima: f. Cavidad o grieta grande y muy profunda en la tierra: con el terremoto se creó una sima en medio del valle.
9.- munificencia: f. Generosidad extremada: el anfitrión de la fiesta nos trató con gran munificencia.
10.- prelado: m. Superior eclesiástico: el arzobispo lució los atributos de prelado. / Superior de un convento o comunidad eclesiástica: el prelado le expulsó de la congregación.
11.- convite: m. Comida o banquete en el que se celebra algo y al que solo acuden invitados: después de la ceremonia, el convite tendrá lugar en un famoso restaurante. / amer. Conjunto de danzantes que recorren las calles anunciando fiesta. / amer. Grupo de trabajadores que hacen su trabajo a cambio de comida y bebida.
12.- galvanismo: m. FÍS. Electricidad desarrollada por el contacto de dos metales diferentes, generalmente el cobre y el cinc, con un líquido interpuesto. / FÍS. Propiedad de excitar, por medio de corrientes eléctricas, los movimientos en los nervios y músculos de animales vivos o muertos: el galvanismo se emplea con fines terapéuticos.
13.- parihuela: f. Utensilio para transportar pesos entre dos personas, que está formado por dos barras entre las que se sostiene una plataforma. Más en pl. / Cama portátil o camilla. También pl.: llevaron al accidentado en parihuelas hasta el pueblo.
14.- piastra: f. Moneda fraccionaria usada en varios países (Egipto, Siria, Turquía, etc.). / Unidad monetaria de Vietnam.
15.- mefítico: adj. Se dice de lo que puede causar daño al ser respirado, y especialmente cuando es fétido: gas mefítico.
16.- demudar: tr. Cambiar, alterar, desfigurar: demudó su aspecto para no ser reconocido. / prnl. Cambiarse repentinamente el color o la expresión de la cara: su gesto se demudó por el dolor. / Alterarse, inmutarse: se demudó por completo ante tu acusación.
17.- cicerone: com. Persona que actúa de guía con los visitantes de algún lugar, especialmente con turistas, y les muestra y explica lo más relevante del mismo.
18.- vivac: m. Campamento que se instala provisionalmente en un lugar para pasar la noche: las tropas montaron un vivac en el bosque. / loc. Dormir al raso en el campo: en verano podemos hacer vivac y dormir viendo las estrellas.
19.- pachá: loc. adv. Con lujo y opulencia. Se construye sobre todo con los verbos estar o vivir: desde que se jubiló vive como un pachá. / adj. amer. Indolente, flemático. / amer. Flaco, aplastado.
20.- busilis: m. Punto en que estriba la dificultad del asunto del que se trata: el busilis de la novela está en su ironía.
21.- frusleria: f. Cosa de poco valor o importancia: no vamos a reñir por esa fruslería.
22.- guzla: f. Instrumento musical de una sola cuerda similar al rabel. Generalmente en la cabeza del Mástil tiene tallado un Águila o cualquier otro animal; tiene forma de Guitarra.
23.- talego: m. Saco de tela basta largo y estrecho: el pastor metió al cabritillo en el talego. / Persona poco esbelta y ancha de cintura. / vulg. cárcel. / saco de dormir.
24.- ignominia: f. Deshonor, descrédito de quien ha perdido el respeto de los demás a causa de una acción indigna o vergonzosa: tras el abandono de su familia cayó en la ignominia.
25.- jerigonza: f. Lenguaje complicado y difícil de entender: utiliza una jerigonza barriobajera ininteligible.
26.- gabela: f. Tributo, impuesto o contribución que se paga al Estado: la crisis obligó al establecimiento de nuevas gabelas. / Carga, gravamen.
27.- subterfugio: m. Excusa o pretexto artificioso que se usa para evadir un compromiso: dime la verdad y déjate de subterfugios.
28.- salvilla: f. Bandeja con varias encajaduras para asentar las tazas, copas o recipientes que se sirven en ella: la azafata le trajo otra salvilla limpia. / amer. vinagreras.
29.- inmolar: tr. Sacrificar una víctima en honor de la divinidad: inmolaron a una doncella para desagraviar a los dioses. / Sacrificar algo por una causa o por alguien. Más c. prnl.: estaba dispuesto a inmolarse públicamente para llamar la atención sobre su situación.
30.- plétora: f. Exceso de sangre o de otros humores en el cuerpo. / Abundancia excesiva de alguna cosa.
31.- veleidoso: adj. Inconstante, mudable o caprichoso: una mujer tan veleidosa acabará por arruinarle.
32.- felonía: f. Deslealtad, traición: le expulsaron del ejército por felonía.
33.- contumacia: f. Actitud de una persona que se mantiene obstinadamente en un error: defendía su postura con contumacia.
34.- lisonjear: tr. Adular a alguien interesadamente: lisonjeó descaradamente a su jefe para conseguir el ascenso. También prnl.
35.- vituperar: tr. Censurar, hablar mal de una persona o cosa: la oposición vituperó al presidente durante la campaña electoral.
6.- ujier: m. Portero de un palacio o tribunal. Empleado subalterno de algunos tribunales y cuerpos del Estado: el ujier colocó una botella de agua sobre la tribuna de oradores.
7.- medra: f. Aumento, mejora, adelantamiento o progreso de una cosa: se admiró de la medra del negocio.
8.- sima: f. Cavidad o grieta grande y muy profunda en la tierra: con el terremoto se creó una sima en medio del valle.
9.- munificencia: f. Generosidad extremada: el anfitrión de la fiesta nos trató con gran munificencia.
10.- prelado: m. Superior eclesiástico: el arzobispo lució los atributos de prelado. / Superior de un convento o comunidad eclesiástica: el prelado le expulsó de la congregación.
11.- convite: m. Comida o banquete en el que se celebra algo y al que solo acuden invitados: después de la ceremonia, el convite tendrá lugar en un famoso restaurante. / amer. Conjunto de danzantes que recorren las calles anunciando fiesta. / amer. Grupo de trabajadores que hacen su trabajo a cambio de comida y bebida.
12.- galvanismo: m. FÍS. Electricidad desarrollada por el contacto de dos metales diferentes, generalmente el cobre y el cinc, con un líquido interpuesto. / FÍS. Propiedad de excitar, por medio de corrientes eléctricas, los movimientos en los nervios y músculos de animales vivos o muertos: el galvanismo se emplea con fines terapéuticos.
13.- parihuela: f. Utensilio para transportar pesos entre dos personas, que está formado por dos barras entre las que se sostiene una plataforma. Más en pl. / Cama portátil o camilla. También pl.: llevaron al accidentado en parihuelas hasta el pueblo.
14.- piastra: f. Moneda fraccionaria usada en varios países (Egipto, Siria, Turquía, etc.). / Unidad monetaria de Vietnam.
15.- mefítico: adj. Se dice de lo que puede causar daño al ser respirado, y especialmente cuando es fétido: gas mefítico.
16.- demudar: tr. Cambiar, alterar, desfigurar: demudó su aspecto para no ser reconocido. / prnl. Cambiarse repentinamente el color o la expresión de la cara: su gesto se demudó por el dolor. / Alterarse, inmutarse: se demudó por completo ante tu acusación.
17.- cicerone: com. Persona que actúa de guía con los visitantes de algún lugar, especialmente con turistas, y les muestra y explica lo más relevante del mismo.
18.- vivac: m. Campamento que se instala provisionalmente en un lugar para pasar la noche: las tropas montaron un vivac en el bosque. / loc. Dormir al raso en el campo: en verano podemos hacer vivac y dormir viendo las estrellas.
19.- pachá: loc. adv. Con lujo y opulencia. Se construye sobre todo con los verbos estar o vivir: desde que se jubiló vive como un pachá. / adj. amer. Indolente, flemático. / amer. Flaco, aplastado.
20.- busilis: m. Punto en que estriba la dificultad del asunto del que se trata: el busilis de la novela está en su ironía.
21.- frusleria: f. Cosa de poco valor o importancia: no vamos a reñir por esa fruslería.
22.- guzla: f. Instrumento musical de una sola cuerda similar al rabel. Generalmente en la cabeza del Mástil tiene tallado un Águila o cualquier otro animal; tiene forma de Guitarra.
23.- talego: m. Saco de tela basta largo y estrecho: el pastor metió al cabritillo en el talego. / Persona poco esbelta y ancha de cintura. / vulg. cárcel. / saco de dormir.
24.- ignominia: f. Deshonor, descrédito de quien ha perdido el respeto de los demás a causa de una acción indigna o vergonzosa: tras el abandono de su familia cayó en la ignominia.
25.- jerigonza: f. Lenguaje complicado y difícil de entender: utiliza una jerigonza barriobajera ininteligible.
26.- gabela: f. Tributo, impuesto o contribución que se paga al Estado: la crisis obligó al establecimiento de nuevas gabelas. / Carga, gravamen.
27.- subterfugio: m. Excusa o pretexto artificioso que se usa para evadir un compromiso: dime la verdad y déjate de subterfugios.
28.- salvilla: f. Bandeja con varias encajaduras para asentar las tazas, copas o recipientes que se sirven en ella: la azafata le trajo otra salvilla limpia. / amer. vinagreras.
29.- inmolar: tr. Sacrificar una víctima en honor de la divinidad: inmolaron a una doncella para desagraviar a los dioses. / Sacrificar algo por una causa o por alguien. Más c. prnl.: estaba dispuesto a inmolarse públicamente para llamar la atención sobre su situación.
30.- plétora: f. Exceso de sangre o de otros humores en el cuerpo. / Abundancia excesiva de alguna cosa.
31.- veleidoso: adj. Inconstante, mudable o caprichoso: una mujer tan veleidosa acabará por arruinarle.
32.- felonía: f. Deslealtad, traición: le expulsaron del ejército por felonía.
33.- contumacia: f. Actitud de una persona que se mantiene obstinadamente en un error: defendía su postura con contumacia.
34.- lisonjear: tr. Adular a alguien interesadamente: lisonjeó descaradamente a su jefe para conseguir el ascenso. También prnl.
35.- vituperar: tr. Censurar, hablar mal de una persona o cosa: la oposición vituperó al presidente durante la campaña electoral.
Ficha técnica.
Año: 1844.
Género: novela.
Detalles que volver a mirar:
- Las bellas frases.
- El cambio en el pensamiento y sentir de Edmundo con el paso de la obra.
- Los convencionalismos sociales de la época.
- La avaricia en la clase alta.
- Las bellas descripciones de la mar.
*Una historia parecida*.
Para lograr que Dumas tuviera más ventas, se le atribuyó el escrito "La mano del muerto", una segunda parte de El Conde de Montecristo, pero esta obra en realidad fue escrita por Alfredo Hogan, portugués.
*Detalles Q-riosos*
Por más fantasioso que parezca, esta obra fue basada en un hecho real, el cual se relata en el siguiente link: http://www.boltru.com/Boltru/Literatura/El_zapatero_picaud/El_zapatero_picaud.htm
Impresionante, ¿no?
¿Cine o televisión?
La historia tiene algunas adaptaciones cinematográficas, siendo la más famosa:
- El Conde de Montecristo, 2002, Kevin Reynolds.
En cuanto a continuaciones escritas, encontramos varias obras relacionadas, como:
- Edmundo Dantés, 1849, George W. Noble.
- Las hijas de Montecristo, 1876, Charles Testut.
- El hijo de Montecristo, 1881, Jules Lermina.
- Montecristo y su esposa, 1884, Jacob Ralph Abarbanell.
- El tesoro de Montecristo, 1885, Jules Lermina.
- Edmundo Dantés, 1885, Edmund Flagg.
- La hija de Montecristo, 1886, Edmund Flagg.
Las novelas Noli me tangere y El filibusterismo, de José Rizal, tienen personajes inspirados en Edmundo Dantés.
El autor nos habla: http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-conde-de-montecristo/conde-montecristo-capitulo-1/1793859/
Serie de televisión basada en el libro. Rtve España, 1969.
Escribe...
Alejandro Dumas padre nació el 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterets, Francia. Su padre fue un general famoso, al que se le conocía como el Conde Negro, por su color de piel. Su vida inspiró personajes de El Conde de Montecristo y los Tres Mosqueteros.
Recibió poca educación escolar, se dedicó a trabajar en puestos temporales hasta enamorarse de París, en donde se logra establecer en 1823 con un trabajo de escribiente, gracias a su buena caligrafía y algunas recomendaciones. Se dedica entonces a escribir obras de teatro, además de novelas.
En 1824 nació su hijo, Alejandro Dumas, importante escritor también. En 1831 nació su hija María Alejandrina.
Se le conoce por escribir generalmente tragedias, dramas y aventuras. Trabajó con Auguste Maquet, quien le ayudó en la investigación y redacción de algunos trabajos, sin llevarse el crédito.
Poco a poco fue volviéndose adinerado, se hizo dueño de un castillo en Le Port-Marly, llamado Montecristo. Vivió con lujo y derroche, manteniendo a sus hijos, las madres de sus hijos y algunas amantes. Encontró líos políticos en la Revolución de 1848, y huyó a Bruselas dos años después, tras ser perseguido por sus acreedores. Quebraron sus anteriores negocios también, como el Teatro Histórico (1853) y el Semanario Le MonteCristo (1857-1860).
Es nombrado Jefe de Excavaciones y Museos de Nápoles, en 1864, año en que nace su tercera hija, Micaela. En su vejez, escribió sobre los países que había visitado.
En 1870 muere d un ataque al corazón, refugiado en casa de su hijo.
Publicó alrededor de 300 obras y artículos.
Recibió poca educación escolar, se dedicó a trabajar en puestos temporales hasta enamorarse de París, en donde se logra establecer en 1823 con un trabajo de escribiente, gracias a su buena caligrafía y algunas recomendaciones. Se dedica entonces a escribir obras de teatro, además de novelas.
En 1824 nació su hijo, Alejandro Dumas, importante escritor también. En 1831 nació su hija María Alejandrina.
Se le conoce por escribir generalmente tragedias, dramas y aventuras. Trabajó con Auguste Maquet, quien le ayudó en la investigación y redacción de algunos trabajos, sin llevarse el crédito.
Poco a poco fue volviéndose adinerado, se hizo dueño de un castillo en Le Port-Marly, llamado Montecristo. Vivió con lujo y derroche, manteniendo a sus hijos, las madres de sus hijos y algunas amantes. Encontró líos políticos en la Revolución de 1848, y huyó a Bruselas dos años después, tras ser perseguido por sus acreedores. Quebraron sus anteriores negocios también, como el Teatro Histórico (1853) y el Semanario Le MonteCristo (1857-1860).
Es nombrado Jefe de Excavaciones y Museos de Nápoles, en 1864, año en que nace su tercera hija, Micaela. En su vejez, escribió sobre los países que había visitado.
En 1870 muere d un ataque al corazón, refugiado en casa de su hijo.
Publicó alrededor de 300 obras y artículos.
Obra representativa:
El conde de Montecristo (1844).
¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación".
Comentarios
Publicar un comentario