[ 2016 lectura lineal ] María Estuardo - Stefan Zweig [ #11 - 2do año ]

Lectura: María Estuardo

Hablamos de: biografía

Autor: Stefan Zweig

País: Austria

Trama: la atormemtada y accidentada vida de María Estuardo, reina de Escocia. Una mirada detallada a su sufrimiento, día con día, al ser observada y calificada por la nobleza de su época, en especial por su prima y principal rival, Isabel I.

¿Qué nos dice?

Es una muestra de la vida europea en el siglo XVI, con las ingeniosas artimañas de las que se valía la realeza para conseguir poder y riqueza. Nos muestra a una niña que nace con una gran responsabilidad que ostenta orgullosa hasta el día de su muerte, y nos deja ver que los tormentos de sus malas decisiones son tan ordinarios y justificados como los que nosotros mismos hemos pasado en el camino del crecimiento. Nos hace admirarla, estremecernos con su historia, y llegar a juzgarla asesina o mártir: cualquiera que sea nuestra decisión, nos dejará un profundo sentimiento de complicidad y conmiseración por ella, la "reina de  los escoceses".

Temas que trata: realeza, orfandad, matrimonio arreglado, poder, complicidad, ambición, inocencia, honor, valor, amor, pasión, locura, obsesión, asesinato, enemistad, "la complicada relación entre dos mujeres que pueden quererse y odiarse al mismo tiempo", miedo, confusión, soledad, exilio, orgullo, piedad, muerte, venganza, religión, soborno, Edad Media.

Dificultad de lectura: bajo. Describe y detalla tan bien personajes y acontecimientos, que es tan fácil de imaginar y seguir como si se estuviera viendo en una película. Usa un lenguaje suave y sencillo, con algunas palabras de la época.

¿Qué se rescata?

El constante sube y baja entre Isabel y María Estuardo, tan típico de una relación entre mujeres a las que se les ha enseñado a odiarse.

El retrato de las costumbres de la época, pues nos hace recordar que el honor y el pudor eran demasiado importantes.

Los escenarios de castillos y vestimenta.

La forma tan sutil en que Lord Bothwell es atraído a nuestra mente como un verdadero villano.

La facilidad con la que el lector puede otorgar clemencia a María.

La veracidad de los hechos, contada de una manera ágil y entretenida, sin enredar en nombres o descendencias complicadas, lo que consigue que hasta un lector no interesado en la monarquía entienda sus tradiciones sin sentir tedio.

¿Qué se pierde?

Creo que al final pudo hablar un poco del destino de los sobrevivientes, se cierra muy de golpe.

¿Qué sensación me deja?

La misma conmoción que siento cada que conozco una historia monárquica: entendimiento, entrega, pasión. Es una de esas obras en las que imaginas estar ahí, imaginas lo que contestarías o el modo en que reaccionarías. Así que quedo conmovida y complacida con conocer las dificultades de estas mujeres, además de que las menciones a Isabel I son históricamente importantes, ya que

consolidó Inglaterra ¡y es hija de mi rey favorito, Enrique VIII, que también aparece con su típica soberbia!

Personajes para recordar.

Jacobo V.- rey de Escocia, padre de María Estuardo. Es un buen rey al que le gusta el contacto con la gente y su pronta y sincera ayuda. Enrique VIII lo presiona constantemente con aceptar la Reforma, pero él se mantiene fiel al catolicismo, aunque sabe que traerá guerra y miseria para su pueblo al enfrentar cuantiosas guerras inglesas. Se deja ganar por la apatía y el cansancio de ser rey por muchos años sin encontrar la forma de hacer el bien para su pueblo en una sociedad que puja por encarcelarlo con traiciones y ambiciones. Le debe todo a Francia y al papado, quienes se han encargado de humillarlo para hacerle ver lo difícil que es conseguir sus favores. La guerra con Inglaterra le trae pobreza y deudas, así que muere agobiado, triste y consternado

el día que nace María, a sus 31 años, una muerte prematura que deja Escocia a voluntad de una bebé, de una mujer.

María de Guisa.- madre de María. Antes de tenerla, pierde dos hijos varones. Enrique VIII la presiona para entregarle a María, con la promesa de casarla con su hijo Eduardo, pero ella se niega y decide protegerla enviándola a Francia. Es sumamente católica por una amplia tradición familiar. Teme que Enrique VIII mate a María para quedarse con Escocia, así que busca alejarse lo más posible de él. Gana tiempo, hasta lograr la promesa de entrega cuando la niña cumpla 10 años. Toda su vida se dedica a esconderla y defenderla de la hostilidad de sus enemigos. Es la encargada de manejar la corona escocesa hasta que su hija tenga capacidad y seguridad de hacerlo. Cuando muere, deja a María en una profunda consternación y soledad, ya que nunca le enseñó a ser reina.

Enrique VIII.- rey de Inglaterra. Trata de convencer a María de Guisa de casar a su hija con su hijo, el príncipe Eduardo. Al no conseguir la mano de María, ni la entrada de Escocia a la Reforma protestante, envía guerra a Edimburgo, causando miseria para el pueblo.

María Estuardo.- se convierte en reina de Escocia desde el día de su nacimiento, gracias a la sorpresiva muerte de su padre. Crece como una niña normal, ajena a los acontecimientos políticos que la rodean. No sabe qué pasa, pero debe escapar constantemente durante las noches y en absoluto silencio. Llega a Francia en su infancia para celebrar su matrimonio con el Delfín Francisco II.

Es admirada y galardonada por el pueblo desde su entrada, haciéndola sentir querida e importante. Goza de una educación privilegiada para su época, dominando lenguas como el latín, griego, italiano, español, francés e inglés. Gusta de escribir poesía desde los 13 años, logrando causar admiración y enamoramiento en el pueblo y los poetas, quienes endulzan su imagen en tiernas composiciones. Canta, baila, borda y viste sencillamente, le gusta la caza y el deporte extremo, lo que la convierte en divertida compañera de juegos para los demás niños. Entrega esperanza a Francia con su boda, la cual es pública y ostentosa. Comienza a interesarse en su posición a la muerte de María I, ya que su prima Isabel I estaba por ser declarada ilegítima, dejándole

la regencia de Inglaterra (además de las que ya poseía, que eran Francia y Escocia). Sin embargo, la desgracia la alcanza con la muerte de su enfermizo esposo y de su madre, decidiendo regresar a su país para evitar los malos tratos de Catalina de Médici, quien no pensaba dejarle ser reina de Francia. Su vida feliz y acomodada se termina, y ella presiente que no volverá al país que tan feliz la había hecho. A su regreso, encuentra una Escocia devastada por la guerra y saqueo de Inglaterra, una patria doblegada a la Reforma, y un pueblo en completa miseria. Toma conciencia de su poder y responsabilidad para con ellos. Fervientemente católica, debe su fe y la fidelidad a la misma a su familia y antepasados, a quienes tiene siempre en consideración. Es tranquila, humilde, romántica e inocente, creyendo siempre en un mundo mejor, pero se vuelve aguerrida y salvaje cuando debe defender sus derechos de reina, ya que es el título que mejor sabe llevar: lo ha llevado desde su nacimiento. Nunca pone en

juego su sangre real, por eso inicia peleas contra la Reforma, para regresar a su pueblo al catolicismo. No es conciente de su belleza y poder atrayente con los hombres, a los que arrastra "a un destino fatal". Su primer mejor amigo, un poeta llamado Chastelard, se enamora tanto de ella que comete actos imprudentes que le mandan a la horca. Es femenina y sensible, así que

padece mucho por esta muerte que siempre sintió que pudo haber evitado. Enamorada eternamente de Francia, nunca logra ver a Escocia como un verdadero reto, así que aprende a gobernar para su beneficio político y no para el de su gente. Se enamora locamente de Henry Darnley, no le importa que no tenga títulos, su obsesión por él le ordena que debe entregársele y darle todo

lo que posee, incluyendo el poder que tan celosamente custodia. Vive con él su primer amor, el más apasionado, el que la hace sentirse realmente viva. Tan es su amor por él, que no le importa casarse y perder las ventajas sobre Isabel I, lo que desconcierta a la reina inglesa, que siempre espera seguir la pelea con ella. Así que se casa por segunda vez, pero a los pocos meses la pasión

desbordada muere cuando Darnley se vuelve arrogante y le presiona para darle el título de rey. Ella se siente culpable y angustiada por no poder amarlo igual que al principio, y quiere detener sus sentimientos, pero siempre han sido más fuertes que ella. Poco a poco lo va denigrando hasta convertirlo en una sombra para los trabajadores del castillo, y vuelve a sentirse cómoda reinando sola. Cuando sucede el asesinato de su amigo Rizzio, se vuelve fría y calculadora, su corazón se endurece y empieza a desear la venganza. La faceta violenta que Darnley despierta en ella, no volverá a callarse nunca. Consigue evitar situaciones de peligro y escapar de las vigilancias y aprisionamientos en los que constantemente se ve envuelta por culpa de su hermanastro. Es ágil de pensamiento, y la desgracia siempre hace relucir su lado más heróico y noble. Consigue enamorar a Darnley de tal manera que hace con él lo que quiere: lo eleva al cielo con promesas de amor, y luego le hace arrepentirse de amarla y desearla. Cuando su corazón se cierra, también se acaba el deseo carnal por su amado. Desde joven padece depresión y dolores de costado, los que aumentan según las dificultades emocionales a las que se enfrente. Su peor error fue enamorarse ciegamente de Bothwell, uno de sus militares. Es la presunta autora de los "versos de la arqueta", cartas de suma pasión que escribe a Bothwell, con los que años más tarde se descubre que tenía una relación carnal con él que terminó en la conspiración para matar a su esposo. Es violada por él, lo que causa un efecto contradictorio en su mente: se le debe enteramente al haber vencido su orgullo de mujer. Entra en una fase en la que se deja humillar extremamente, y termina siendo un títere de su ambición a la corona. Se siente excitada con su rechazo, y no para en brindarle atenciones y regalos con la esperanza de obtener su amor, el cual nunca le pertenece. Tal es su entrega, que es cómplice del asesinato de su esposo, atrayéndolo con mentiras al castillo donde encuentra su fin. Esta acción le atormenta constantemente. Al no insistir

en una investigación severa para esclarecer el crimen, llama la atención de funcionarios y pobladores, quienes no entienden cómo deja pasar a los asesinos del esposo que tan fervientemente amó. Se sabe esclava de Bothwell y sufre amargamente, piensa en el suicidio y lo pide a gritos, pero su gente no sabe qué pensar porque mantuvo en completo secreto su amor clandestino hasta que Bothwell es acusado por el asesinato de Darnley. Su pueblo y Corte empieza a sentir pena por ella cuando descubren lo controlada que está por su soldado. Se casa con él porque está embarazada y no soporta la deshonra que eso le causa, aunque tiene que aceptar que fue violada por él para tener la dispensa de casarse a tan poco tiempo en enviudar de su segundo esposo. Huye vestida de limosnero tras Bothwell cuando su reinado empieza a ir a la quiebra. No puede dominar su miedo e inseguridad con él, y cuando son alcanzados debe dejarlo escapar para salvar su vida, aunque condena la suya. El pueblo comienza a llamarla bruja y zorra, esperando que la quemen por ser cómplice del asesinato de su ex esposo. Sin embargo no desea abdicar, el poco orgullo que le queda renace ante la tempestad y no quiere verse acabada hasta tirar todas sus cartas. Es chantajeada para abdicar en favor de su pequeño hijo, al que vio muy pocas veces en su vida. Es enviada al exilio por primera vez, pero su encanto vuelve a conquistar a sus captores, logrando escapar cuando uno de sus hombres se hace pasar por mozo y roba las llaves de su celda. Debe enfrentarse a su hermanastro, quien está trabajando a toda marcha por quitarle el

poder. Es temeraria, y arma grandes ejércitos a su favor. De repente teme por su seguridad: en Escocia la odian, y los  sacerdotes protestantes se han encargado de ensalzar a su gente. En España también es odiada, así que pide asilo con Isabel en Inglaterra, pero ella le pide un juicio para eliminar la creencia de que es cómplice de asesinato. María logra que este juicio se considere nulo sabiendo las cartas que tiene contra los lores que testifican en su ataque. Empieza su recorrido como prisionera por varios castillos, aunque siempre con comodidades, lujos, y la compañía de sus sirvientes. Durante los más de

veinte años que duró su exilio se dedicó fervientemente a buscar aliados para su liberación a través de cartas clandestinas que enviaba por diferentes medios, como los cestos de ropa sucia, las partes internas de los espejos, los botes de cerveza, etc., escritas en clave y con tinta invisible. Se ve envuelta en un complot por el que acepta el asesinato de Isabel para lograr su libertad, y sus informantes son torturados y masacrados sin que ella sepa, quedando en el abandono sin recibir más cartas de esperanza. Cuando su hijo renuncia a ella por quedarse con el poder, ella renuncia también a él, y una parte de su corazón

vuelve a endurecerse. Al envejecer se va volviendo débil y temerosa. Su fuerza física decae y se va quedando sin apoyo. No obstante, acepta su sentencia

de muerte con humildad y grandeza. Pide que su cuerpo sea trasladado a Francia, lugar al que siempre perteneció su corazón, pero esta petición no fue cumplida. No tiene miedo de morir, piensa que ha vivido demasiado y que "en su final está su comienzo". En sus últimos días escribe cartas a los reyes y lores jurando que muere como mártir de la fe católica. Regala a sus fieles criados sus joyas, encajes y piedras preciosas, borda ella misma el pañuelo con el que se le cubrirá la cara para la ejecución, elige su mejor vestido de gala y usa ropa interior y guantes rojos, a juego con su sangre. Es ejecutada sin permitirle recibir la confesión de un sacerdote, pero ella reza en latín en voz alta tan fuerte como puede antes de morir. Perdona a sus enemigos, y es vista morir por 200 nobles en la sala principal del castillo de Fotheringhay, en Inglaterra. Se le tienen que dar tres golpes, ya que con el primero sólo se golpeó su nuca, con el segundo se corta la cabeza pero no se separa del tronco, y hasta

el tercero se consigue el cometido. Se cuenta que su cara hizo muecas por quince minutos. Su perro más leal se quedó escondido en sus ropas, y sale ensangrentado y furioso cuando el cuerpo es llevado a embalsamar.

Francisco II: Delfín heredero del trono de Francia. Es prometido con María Estuardo cuando los dos aún eran niños. Siempre fue débil y enfermizo, con rostro aniñado y cuerpo frágil. Fue compañero de juegos de María y ambos se quisieron como verdaderos hermanos. No logró despertar sentimientos eróticos en ella, pero sí encontró su sufrimiento tras su muerte. Quiso estar a la

altura de María al estar casados, acompañándola de cacería y deportes, pero su salud se deterioró hasta encontrar la muerte por una infección causada por otitis.

Mary Fleming, Mary Beaton, Mary Livingstone y Mary Seton: hijas de familias nobles de Escocia y cercanas a la edad de María Estuardo, fueron elegidas para ser sus compañeras de juego, amigas y damas de su corte y mantenerla alejada de las disputas políticas. Son sus más fieles compañeras durante toda su vida, acompañándola cada vez que debía huir o cuando era exiliada.

James, conde de Moray: hermanastro de María Estuardo por parte de su padre, del cual fue hijo bastardo. Siempre sintió envidia y aberración por ella, pero supo disfrazar sus sentimientos con calidez y apoyo. Deseaba obtener la corona, y  maquilaba su desdicha con Isabel a espaldas de la corte. De fe protestante, lucha por conservar la Reforma en Escocia. Espera y observa, y mientras su hermana no le interrumpa, él tampoco la hostiga. Es inteligente y rudo, carga cada día con la humillación de ser un bastardo. Cuenta con conocimiento político, lo que lo pone un paso adelante de María Estuardo. Se va haciendo de riqueza con bienes confiscados y la herencia de su padre. Lo que más le motiva es su ansia de poder. Logra gobernar Escocia durante el exilio de su hermana, pero la gente le teme y los lores prefieren que regrese María. Cada que habrá

un problema donde puede aparecer como culpable, desaparece. Cuando regresa, tiene las manos limpias y puede moverse según sus intereses. A pesar de prometer a María la liberación si acepta su culpa en el asesinato de Darnley, en secreto manda copias de las cartas de la arqueta a los demás nobles de Europa, para marcarla. En el exilio le hace saber que la odia y desaprueba.

Cuando María escapa, arma un pequeño ejército con el que derrota a los hombres de su hermana en la conocida batalla de Langside, donde en menos de una hora logra que sus enemigos se desplacen. Su asesinato fue el primero con arma de fuego del que se tienen registros.

Isabel I: hija de Enrique VIII y Ana Bolena, reina de Inglaterra tras la muerte de su hermana María, la legítima hija de Catalina de Aragón. Odia a María Estuardo por considerarla una amenaza a su trono, además de que ella sí puede casarse y tener hijos, a diferencia de ella, que es estéril y es difícil que un hombre la corteje. Cuando María estaba casada con Francisco,  ninguno de los dos quiso firmar el documento que la consideraba heredera legítima, esto desató su rencor y toda una vida de búsqueda de sufrimientos y humillaciones. A pesar de ello, las dos se escriben cartas amorosas y diplomáticas, aunque evitan a toda costa conocerse en persona. Su vida fue difícil desde el inicio, estando en la cima del poder y siendo encarcelada después por su hermana María I por muchos años. Ha ganado su trono con lucha y tristeza, lo que la ha hecho una persona cerrada, dura, fuerte y desconfiada. Se le conoce como "la reina virgen", ya que se rehusó a formar una familia como se esperaba de toda mujer en sus tiempos. Fue criticada duramente toda su vida por no lograr ser madre. Sin embargo, fue una de las mejores reinas de Inglaterra, logrando épocas prósperas y de modernidad para su pueblo, a quienes amaba y cuidaba celosamente. Cuando María Estuardo tiene un hijo, se siente devastada, pero elige ser su madrina de bautizo, mandando para la ceremonia una pila bautismal de oro con incrustraciones de piedras preciosas. Siente compasión por María Estuardo cuando muere Darnley, pues ella misma se vio envuelta en una situación similar cuando murió de forma misteriosa la esposa de su más grande amor. Nunca pudo confirmarse que tuviera que ver en ello, pues hizo, a diferencia de María Estuardo, infinitas y exhaustivas investigaciones que dejaron su imagen intacta con la demás realeza. Al saber siempre conservar su honor, trata de convencer a "su hermana de destino" para que no conspire con Bothwell, llega a escribirle cartas incluso ofensivas para retar su orgullo y animarla, pero no lo consigue.

Por toda su vida lucha entre su personalidad orgullosa y maligna, y su deseo de ser compasiva y amable. Lucha contra sus prejuicios, contra sus miedos y contra su conciencia. Como mujer, es sumamente defensora de los derechos de las mismas, además de vigilar muy de cerca la opinión que tienen los demás de ella, que siempre es gloriosa. Sus consejeros la presionan para firmar la sentencia de muerte de María Estuardo, pero ella siempre duda, pues no quiere verse involucrada socialmente ni mantener esa culpa en su corazón, el cual siempre se sintió profundamente solo. Deja que la envidia le gane en los pocos momentos en que desea ser una hermana para María, y la tiene en el exilio por más de veinte años, aunque viviendo cómodamente. Trabaja con Moray para desprestigiarla, aunque no accede a sus planes más siniestros. Consigue herir a María en su lado sensible, el de madre, sobornando y ganando favores de Jacobo a base de caballos y perros de caza, pensiones y promesas de ser el sucesor de Inglaterra a su muerte. Gana la guerra con su enemiga cuando consigue la indiferencia de su hijo, quien termina aceptando que se dé la ejecución. Debido a su creencia protestante, fue excomulgada de la fe católica en 1570. Tuvo durante gran parte de su vida diferentes grupos que esperaban matarla y quedarse con la corona. Cuando los fanáticos de la Contrarreforma matan a un protestante, los lores de su gabinete lanzan el decreto de asesinato a quienes conspiren contra la reina. Cuando por fin accede a la ejecución de María, espera que no se cumpla, y al cumplirse castiga a sus hombres por haberla desobedecido, en plena negación de sus actos. Luego de la muerte de María Estuardo, regresa la calma a su vida, así como su salud y fuerza.

Inglaterra entra en un periodo de paz y crecimiento, y ella dura en el reinado quince años más.

Catalina de Médici: esposa de Enrique II y madre de Francisco II. Se convierte en reina tras la muerte de su esposo, y debe lidiar con María Estuardo por la corona del país, por lo que vive luchando contra ella, aprovechándose de su inexperiencia política. María la ofende diciéndole que es hija de mercaderes, mientras que ella viene de un amplio linaje. En su venganza, la deja como segunda a la corona, logrando que desespere y regrese a Escocia. Es la primera suegra de María Estuardo.

Maitland de Lethington: secretario de estado de María Estuardo. Es el segundo hombre más importante de su corte, apenas luego del Conde de Moray. A pesar de ser protestante, le agrada el juego político, por lo que no inmiscuye asuntos religiosos con su trabajo. Se casa con una de las Marys de la corte de María, con Mary Fleming. Es gobernante adjunto de Escocia con Moray cuando María llega al país y no conoce la situación del mismo. Es su fiel consejero, estando a su lado en los momentos difíciles. Al darse cuenta de su debilidad y caída por Bothwell, se une en silencio al ejército de lores que quieren derrocarla,

porque sabe que es lo que conviene a sus intereses. Trata de convencer a María de dejar a Bothwell y luchar por su reinado, alegando que él habla mejor de su esposa que de ella, de quien dice sólo es un amante. Pero no lo consigue. Es mediador en el juicio de María en Inglaterra, y se encarga de hacer llegar a los lores las cartas de la arqueta, dando ventaja en el juicio a Isabel I al crear prejuicios sobre su antigua reina.

John Knox: predicador protestante de Escocia. Exigente y calvinista, se alía con Isabel I para buscar problemas para María Estuardo. Ella, por su parte, le odia porque busca eliminar la belleza, el arte y la alegría de vivir en Escocia. Se siente orgulloso de su fanatismo, y crea alargados sermones para convencer al pueblo de apoyar la Reforma. Duro e intolerante, y consciente de ello, ofende y busca constantemente a María para ofenderla. Escribe un libro sobre el por qué las mujeres no deben reinar. Sostiene un debate cara a cara con María Estuardo, en el que ninguno se declara ganador, pero ambos defienden apasionadamente sus posturas. Abandona Escocia tras la muerte de Rizzio, pero regresa cuando se inicia el escándalo de las cartas de la arqueta. Profetiza que ella sería la perdición del pueblo, y comienza a convencer a la población de pedir su abdicación y su vida, con el pretexto del adulterio cometido, ampliamente juzgado en la época.

Chastelard: poeta enamoradizo que es cercano a María Estuardo. Ella le permite cortejarla, aunque con cierta inocencia. Gusta de exagerar sus cualidades. Cegado por esas falsas alas, se esconde en el cuarto de María para sorprenderla, al ser encontrado por una de las Marys el hecho se toma como una broma, así que vuelve a hacerlo. Al encontrar a María semidesnuda, James lo descubre admirándola, lo que le provoca un enjuiciamiento. María no puede defenderlo, ya que mancharía su honor públicamente, así que es testigo silenciosa de su decapitación, y sufre tras perder a un amigo. Hasta el último momento, versó los acontecimientos en su vida.

Robert Dudley: pretendiente que Isabel I propone para María Estuardo luego de la muerte del Delfín. Se trata de un noble de bajo rango, amante de Isabel, quien lo ofrece como una forma de reto, ya que al casarse con alguien de posición inferior, renuncia a la sucesión de Inglaterra. María considera la oferta como una ofensa, y se niega. Isabel le ama, pero no puede casarse con él. Se alejan cuando muere su esposa en circunstancias misteriosas, llegando a nombrarse a la reina como posible cómplice del hecho, aunque nunca se pudo demostrar.

Melville: embajador de María Estuardo a quien Isabel coquetea apenas tiene oportunidad, pues desea que le diga que es más bonita e inteligente que ella. Se mantiene al margen en esta enemistad, a pesar de ser el enviado oficial para tratar los asuntos políticos entre ambos reinados. Es el chambelán que acompaña a María al patíbulo, levantando con honores la larga cola

de su vestido.

Henry Darnley: pretendiente de María Estuardo que se convierte en su segundo esposo y su primer frenético amor. Su familia estaba declarada enemiga de Escocia, llegando incluso a ser exiliados y a confiscarse sus bienes. Es un Tudor, lo que lo convierte en pariente de María, quien recibe nuevamente a su familia en Escocia y le nombra caballero, ante la furia de Isabel I. Se le describe como afeminado y delicado, pero a María le gusta porque se conocieron desde jóvenes y llevaron siempre una buena relación. No se le considera fuerte, ni inteligente, ni conocedor del juego político, pero María se ilusiona tanto con él que le

pone etiquetas falsas y lo endulza hasta llevarlo al reinado. María pide una dispensa al Papa para lograr casarse con él. Poco a poco se rodea de personas importantes en Escocia, y consigue ser nombrado Duque de Ross. El poder y la cercanía de la corona lo vuelven soberbio y arrogante. Le gusta beber, salir con los amigos y fanfarronear. Cuando María le regaña él la reprende tan enérgicamente de manera pública que la hace sentir humillada, lo que rompe su corazón y la máscara con la que le veía. Pierde de a pocos las consesiones que se le ofrecieron, y termina siendo una sombra en su propio castillo. No tolera

esta falta de atención social. Los lores y barones enemigos de Rizzio lo convencen de que su esposa le es infiel con él. Entiende que debe conspirar para matarlo, aunque en el momento se acobarda y niega haber estado involucrado. María juega con él, haciéndole creer que le ama de nuevo cada que necesita atraerlo para alguno de sus propósitos, pero nunca llegó a quererlo de

nuevo. Es el padre de Jacobo VI. Mientras María más lo rechaza, él más se encapricha con recuperar su amor y sus favores. Se vuelve loco por ella, algo que va más allá de su raciocinio. Huye cuando se entabla un juicio por la muerte de Rizzio, ya que él mismo delató a sus cómplices y sabe que buscan su cabeza y desprestigio. Se refugia en el castillo de sus padres, donde contrae varicela. Bothwell convence a María de matarlo, así que se acerca a él haciéndole creer que pueden volver a sus amoríos. Él le cree ciegamente y se deja conducir a su muerte, sucedida en un castillo abandonado que se voló con pólvora por Bothwell y sus hombres. Se le dio un entierro rápido, así que nunca se esclarecieron las causas de su muerte, aunque se supone que antes de la

explosión fue estrangulado o acuchillado. El pueblo no pide la aclaración, así que su muerte pasa desapercibida para Escocia, en su momento.

David Rizzio: secretario privado de Maria Estuardo en Escocia. Es un hombre de confianza del Papa, que busca que María se oponga a la Reforma y deje al país como católico. Para estos planes, se propone como esposo de María, pero a ella sólo le interesa su amistad. Es un músico romántico de buena voz, que pasa con María momentos bohemios en la pequeña sala que ambienta con muebles y costumbres francesas, para no extrañar su pasado. Comienza a ganarse tanto su confianza, que James lo considera peligroso para su causa. Se aprovecha de las conversaciones privadas que mantiene con María para hacerle entender a Darnley que puede significar un peligro para su matrimonio. Lores y barones protestantes arman una conspiración contra él, y entran en las habitaciones francesas de María para acuchillarlo frente suyo y las Marys. Muere por más de 50 puñaladas atestadas por diferentes hombres, los cuales estaban sedientos de sangre y violencia. Tan es así, que la leyenda cuenta que entre ellos mismos

se hirieron al matarlo. María es detenida por Darnley y encarcelada en su habitación, por lo cual no puede rescatarlo. Su cadáver es lanzado por la ventana, provocando el odio de María. Un odio que comenzará con su perdición.

Lord Bothwell: almirante de las fuerzas armadas de los Estuardo que luchó por María de Guisa. Es protestante, pero logra ganar la confianza y favor de María, ya que se siente segura a su lado. Enemigo a muerte de James, es un ávido lector proveniente de una familia de vikingos. Posee una impresionante fuerza física y sabe manejar espadas de doble filo. No gusta de las alianzas, prefiere estar solo. Es sincero, descarado y voluntarioso. Toma lo que desea a cualquier hora del día y a la vista de todos. De apariencia física poco agraciada, atraía a las mujeres por su fama de peligroso y desafiante. Al principio María y él se

repudian, se creen poco compatibles y poco deseables el uno para el otro, pero cuando María descubre su poder durante la batalla empieza a darle poder y condecoraciones. Tomando esta admiración por un lado equivocado, confundiéndola con deseo, la viola en cuanto tiene oportunidad. María se enamora perdidamente de él, considerando que la pérdida de su honor y orgullo

femeninos hace que le pertenezca en cuerpo y alma. Nadie en el castillo imagina que tienen una relación pasional, pues él está casado. Piensa en María como una aventura, algo que puede tomar brutalmente cuando desee, y aunque María sabe que nunca la amará lucha incansablemente por ganar sus favores. María piensa que la muerte de su esposo Darnley les beneficiaría para vivir

abiertamente su relación, mientras que Bothwell comienza a ambicionar la corona escocesa. Trabaja una emboscada contra Darnley, haciendo volar el castillo donde María lo lleva con devoción. La controla tanto, que sabe que tendría miedo de delatarlo, así que se convierte en el temor del pueblo, andando por las calles como un mercenario sangriento y cruel. Cuando el pueblo

sospecha que él mismo mató a Darnley, no pueden acusarlo ante la justicia, pues le temen. Crea un ejécito que lo defiende de las acusaciones en el castillo, dispuesto siempre a empezar la guerra. Confisca las cartas de Isabel I pidiéndole a María entrar en razón respecto a la poca conveniencia que él le brinda a su posición. Su juicio se declara nulo por falta de pruebas, asunto que le vuelve a otorgar libertad en el pueblo. Embaraza a María y cede a hacerle un falso secuestro para justificar su honor. Se dice que tenía 4 mil soldados a su servicio. María lo nombra Duque de Orkney antes de su boda, para evitar tener un esposo sin rango. Huye de las emboscadas en su contra, tomando como ejército a campesinos extranjeros que no conocen su causa. María pide clemencia para él y consigue escapar. Durante su exilio, pide a un criado le lleve "las cartas de la arqueta", cartas pasionales que María le escribió y papeles comprometedores de los lores en su contra, pero esta caja fue robada anteriormente, lo que supone su perdición. Trata de huir a Noruega, pero es alcanzado por James, y es  encarcelado hasta su muerte. Dicen que se aventaba contra los barrotes, furioso y seguro de sí, y que alcanzó la locura tras

haber perdido su libertad.

Jacobo VI: hijo de María Estuardo y Henry Darnley. Se convierte en rey durante su infancia, cuando obligan a su madre a abdicar a su favor por haberse hecho públicas las cartas de la arqueta. Cobarde, antisocial, torpe y de facciones extrañas, es considerado un joven inteligente. Crece pensando que su madre es mala y que desea quitarle su derecho de sucesión. No dejan que la visite ni le escriba, lo que encrudece su relación. De fe protestante, puede cambiar al catolicismo si esto le concede mayor poder, ya que su ambición es la corona de Inglaterra. No le interesan ni su madre ni Isabel, así que le hace saber que no 

se opondrá a que firme la orden de ejecución. Isabel le soborna con animales de caza y una pensión, y lo convierte en su sucesor. Al morir Isabel, unos quince años después que su madre, por fin logra convertirse en Jacobo I, rey de Inglaterra y Escocia. Manda a quemar las cartas de la arqueta, y lleva los restos de su madre a la abadía de Westminster, al lado de Isabel I, donde por fin terminará su discordia.

Conde de Lennox: padre de Darnley. Siempre le procura y cuida, y al no obtener justicia en su muerte, busca a los asesinos y exige una investigación justa. Se atreve a retar a Bothwell y a pedir su encarcelamiento. Consigue protección de guardaespaldas e incluso visita a Isabel I pidiendo ayuda, pero no es escuchado.

Marguerite Douglas: madre de James, dueña del castillo donde María Estuardo es llevada durante su primer exilio, al simular su secuestro a manos de Bothwell. Es la encargada de cuidar a María tras la firma de su abdicación. La recibe embarazada de Bothwell, por lo que siente compasión por ella al ser ella misma madre de seis hijos bastardos y conocer la difícil posición de deshonra que esto genera.

Georges Douglas: uno de los guardias de custodia de María Estuardo en el exilio. Se enamora de ella y la ayuda a escapar en su escena de lavandera, sin conseguirlo. Es despedido de la vigilancia, pero desde la lejanía la ayuda a seguir buscando su libertad, conseguida con la escena del mozo y la servilleta.

William Douglas: mozo que ayuda a María Estuardo a escapar tomando las llaves de su celda con una servilleta que accidentalmente deja caer sobre las llaves de todo el castillo, en un descuido del encargado de las mismas.

Cecil: embajador de Inglaterra que enseña a Isabel la importancia de rechazar a María cuando pide asilo en Inglaterra. La convence de los problemas y deshonra que acarrearía a su reinado, logrando en reiteradas ocasiones que Isabel no preste ninguna ayuda a su "hermana de destino". Es el encargado de avisar a Isabel que la ejecución de María se había llevado a cabo, y el que paga su furia e indignación siendo desterrado y retirado de sus cargos políticos.

Don Juan de Austria: hijo ilegítimo de Carlos V, se convierte en pretendiente de María Estuardo durante los primeros años de su exilio. No aspira a la corona española por ser bastardo, pero planea crear un reinado en Túnez, donde sugiere llevar a María como su reina. Crea un plan de liberación que está por ponerse en marcha, pero cae enfermo repentinamente y muere, siendo

parte de los hombres que al acercarse a María encuentran su desgracia. Murió tras una incorrecta operación de hemorroides, en la que se le reventaron con el bisturí, provocando que se desangrara en pocas horas.

Walsingham: hombre de confianza de Isabel I que trabaja en la conspiración para que María firme estar de acuerdo con la ejecución de Isabel, contratando gente que haga creer a Babington que es la mejor opción para la liberación del catolicismo. Desaparece cuando se da la ejecución de María, a sabiendas del orgullo de Isabel, y esperando mantener su posición.

Anthony Babington: noble joven y romántico que lleva una vida pacífica hasta ser interceptado por Walsingham como mensajero y espía de María Estuardo en el exilio. Él no lo supo nunca, pero Walsingham le mandó inflitrados para convencerlo de hablar con María de la ejecución de Isabel, ya que sabía que al ser un niño inocente y romántico, María le prestaría atención. Ayuda a 

María encargándose del correcto envío de sus cartas cifradas en búsqueda de la liberación. Quiere ser un héroe, tal como lo ha leído en libros de caballería, se convierte en un fanático de la causa de María Estuardo. Cuando ya no sirve a los planes de Walsingham (porque ha conseguido lo que necesitaba) es descuatrizado vivo con 9 de sus amigos utilizando métodos de tortura que, se cuenta, horrorizaron hasta a los torturadores. Ellos nunca supieron que fueron la carnaza para enredar el final de María Estuardo.

Amyas Poulet: fanático de la fe protestante, es el último cuidador de María Estuardo en el exilio, contratado por Isabel I para mortificarla. La trata como un verdadero carcelero, dificulta sus relaciones evitándole salir de paseo, cacería o deporte, además de prohibirle la correspondencia. No deja que salga a dar limosnas al pueblo, ya que se da cuenta que es una manera de mandar mensajes a sus aliados. Tramita permisos escritos para dejar que sus criadas salgan también. Isabel le hace responsable de la ejecución de María, pero él se niega diciéndole que no puede esperar esa carga con Dios ni con su gente, provocando su furia.

Retacitos para el librero.

Pero la política es en todas las épocas la ciencia del contrasentido. Le repugnan las soluciones sencillas, naturales, razonables;  las dificultades son su mayor placer, la disputa su elemento.

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El elevado arte de no temer a la muerte y aún así amar sensualmente la vida.

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Una persona que se ha comprometido con la política ya no se pertenece a sí misma, y ha de obedecer a leyes distintas de las sagradas de su naturaleza.

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En la política y en la vida, las medianías e insinceridades siempre causan más daños que las decisiones enérgicas y claras.

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Quien ha sido tan pronto la primera persona de un país, de un mundo, ya nunca podrá conformarse con una forma de vida inferior. Sólo las naturalezas débiles renuncian y olvidan, las fuertes no se someten, y retan a combate incluso a un destino superior en fuerzas.

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Una despedida siempre tiene el brillo de una puesta de sol, que ya sólo a medias es luz, y a medias es ya oscuridad.

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Pero una vez que se le pone a un ser humano el sello de inferioridad en un lugar visible, ese constante sentimiento de inferioridad tiene que debilitarlo o fortalecerlo de forma decisiva; semejante presión puede quebrar un carácter o endurecerlo de manera fantástica.

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Y no  enemistad más temible que la que se produce cuando lo similar lucha contra lo similar por el mismo motivo y con la misma fuerza.

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Aquellos que dicen pelear por Dios siempre son los hombres menos pacíficos de este mundo; como creen oír el mensaje celestial, sus oídos están sordos a toda humanidad.

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Y sin embargo la llama

Que me quema e inflama de pasión

Jamás conmueve tu alma

Con sentimiento alguno...

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Forma parte del carácter fogoso e impaciente de María Estuardo ilusionarse con facilidad. Los románticos que sueñan despiertos como ella raras veces ven en su verdadera medida a los hombres y las cosas, sino que la mayoría de las veces las ven como desean verlas.

Oscilando sin descanso entre la sobrestimación y la decepción, estos incorregibles nunca se dejan decepcionar del todo, y al salir de una ilusión siempre vuelven a ser víctimas de otra, porque la ilusión, no la realidad, es su verdadero mundo.

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Pero pedir lógica a la pasión de una joven enamorada sería buscar el sol a medianoche. Porque forma parte de la esencia de la verdadera pasión el que sea inanalizable e irracional.

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No hay más profunda humillación en la vida de una mujer que haberse entregado precipitadamente a un hombre indigno de su amor: una verdadera mujer nunca podrá perdonarse tal culpa a sí misma ni al culpable.

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Sólo los cobardes e inseguros temen la apariencia de la culpa y actúan de forma cautelosa y calculadora.

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Siempre son las leyes innatas y primigenias las que dan forma a una vida o la destruyen.

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A ningún hombre aman las mujeres con más pasión que a aquel que a un tiempo temen y admiran, aquel en el que una ligera y cosquilleante sensación de espanto y peligro aumenta el placer al hacerlo misterioso.

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Los muertos no gustan de dormir solos en sus profundidades, siempre reclaman junto a sí a quienes los empujaron a ellas, siempre envían el miedo y el espanto como heraldos suyos.

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Las impresiones de la infancia siempre tienen un imborrable poder sobre el alma poética, y el genio transforma misteriosamente los tempranos estímulos en realidad que supera al tiempo.

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La victoria reclama sus derechos, y siempre se transforma en injusticia para los vencidos.

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Ningún escarnio humilla de forma más terrible que el de la cortesía formal.

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Siempre ha sido privilegio de la noble juventud estremecerse ante el destino trágico.

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Siempre es un espectáculo conmovedor ver a una persona luchando con su conciencia.

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"En mi final está mi comienzo".

Contigo aprendí:

Palabras aprendidas con esta lectura:

1.- abjurar

Abandonar una doctrina religiosa u otra creencia de manera solemne y mediante juramento.

2.- alabarda

Arma formada por un asta de madera cuya punta está cruzada por una cuchilla transversal, aguda por un lado y en figura de media luna por el otro.

3.- arracimado

Apiñado, concentrado, agrupado, aglutinado, apretujado, aglomerado, reunido.

4.- arqueta

Pequeño depósito utilizado para recibir, enlazar y distribuir canalizaciones o conductos subterráneos; suelen estar enterradas y tienen una tapa superior para poder registrarlas y limpiar su interior de impurezas.

[En la biografía, se trata de una caja delicada de plata que se usaba para guardar correspondencia]

5.- cogulla

Túnica con capucha utilizada en la liturgia católica y como parte del hábito de algunas órdenes religiosas.  Se trata de un hábito muy ancho, con pliegues longitudinales y unas grandes y largas mangas (como los usados por los monjes).

6.- consuntivo

Que produce un cansancio o una delgadez extrema.

7.- Covachuela

Diminutivo despectivo de cueva, es la denominación que se da a las habitaciones situadas en la planta del sótano, especialmente el ocupado por una tienda o despacho.

8.- cuño

Troquel para sellar o grabar monedas, medallas y otros objetos semejantes.

9.- Demagogia

Estrategia utilizada para conseguir el poder político. Consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del 

público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda política.

10.- emular

Imitar una cosa o a una persona procurando igualarla o incluso mejorarla / hacer funcionar un programa o dispositivo de la misma manera que otro.

11.- fasto

Que es propicio o acertado / suntuosidad o lujo extraordinario.

12.- iconoclasta

De un antiguo movimiento religioso cristiano que rechazaba el culto a las imágenes sagradas y las destruía.

13.- impertérrito

Que no se altera, perturba o muestra emoción alguna ante una impresión o estímulo externo que normalmente producen turbación, desencadenan una emoción o inducen a determinada acción.

14.- incólume

Que no ha sufrido daños.

15.- incoar

Iniciar un proceso, pleito, expediente u otra actuación oficial semejante.

16.- inmarcesible

Que no puede marchitarse.

17.- leguleyo

Persona que se ocupa de cuestiones legales sin tener los conocimientos o la especialización suficientes.

18.- levantisco

Que es propenso a la rebelión.

19.- Ménade

En la mitología griega, las ménades son seres femeninos divinos estrechamente relacionados con el dios Dioniso (o Baco). Las primeras ménades fueron ninfas que se encargaron de la crianza de Dioniso, y que posteriormente fueron poseídas por él, quien les inspiró una locura mística. Literalmente ménades puede traducirse por "las que desvarían". Se las conocía como mujeres en 

estado salvaje y de vida enajenada con las que era imposible razonar.

20.- meteórico

De los meteoros o relacionado con ellos / que es muy rápido.

21.- níveo

Que tiene una blancura semejante a la de la nieve.

22.- nimbo

Resplandor o círculo luminoso que se representa encima o detrás de las cabezas de las imágenes divinas o de santos como símbolo del aura que emanaban / círculo luminoso que rodea a algunos astros, especialmente al Sol y a la Luna.

23.- oprobio

Deshonra o vergüenza pública.

24.- parágrafo

Párrafo.

25.- pírrico

Victoria que ocasiona grave daño al vencedor y casi equivale a una derrota / victoria que se consigue con muy poca ventaja sobre el derrotado.

26.- proscrito

Que ha sido expulsado de su patria o su ambiente, especialmente por causas políticas.

27.- preboste

Persona que dirige o gobierna una comunidad o una asociación.

28.- tahúr

Que es muy experto jugando a las cartas, los dados, etc., y lo hace con frecuencia, especialmente para apostar y ganar dinero sirviéndose de su habilidad o recurriendo al engaño y las trampas.

29.- testuz

Frente o parte superior de la cabeza de animales que tienen cornamenta.

30.- tergiversar

Dar una interpretación errónea o falsa a algo, a menudo con voluntad de ello.

31.- truhan

Sinvergüenza, estafador.

32.- ungido

Hombre que ha sido señalado o marcado con óleo sagrado, como un sacerdote o, antiguamente, los reyes.

33.- vacuo

Que es superficial y carece de contenido o interés.

Ficha técnica.

Año: 1934

Género: biografía

[En C o n t e x t o ]

- Austria en 1934 -

Sucede la Guerra Civil Austriaca en el mes de febrero. Aunque fueron pocos días oficiales de conflictos, se logró la detención de más de 1500 personas, además de registrarse más de 300 defunciones y 800 heridos. Este suceso dio como resultado una época de dictadura conservadora en el país, que terminó con la adición austriaca a la Alemania nazi, cuatro años después.

El país fue sede de la copa mundial de futbol, quedando en cuarto lugar.

Fueron sede igualmente del Campeonato Europeo de Patinaje Artístico Sobre Hielo, en el que ganaron el oro en la categoría masculina.

En julio, un golpe de estado por parte de los socialistas, logra asesinar al canciller Engelbert Dollfuss, quien gobernaba luego de la Guerra Civil Austriaca, de ideas conservadoras y altamente cristianas.

*Detalles Q-riosos*

*  Zweig cuenta que recibió un manuscrito sobre la muerte de María Estuardo, en 1933, el cual le inspiró para la investigación  de su vida y la redacción de la biografía.

* Fue el primer libro que escribió en el exilio.

¿Cine o televisión? 

La biografía no cuenta con una representación cinematográfica, pero María Estuardo sí ha sido representada en diferentes proyectos, como:

- En 1895, la cinta "Beheading of Mary, Queen of Scots".

- En 1927, la cinta "María Stuart", dirigida por Leopold Jessner y Friedrich Fehér.

- En 1936, la película "María Estuardo", dirigida por John Ford.

- En 1940, la película "Corazón de reina", del director Carl Froelich.

- En 1971, la representación "María, reina de Escocia", dirigida por Charles Jarrott.

- En 2004, la representación "Gunpowder, Treason and Plot", de Gillies McKinnon.

- En 2007, el film "Elizabeth: La edad de oro", de Shekhar Kapur.

- En 2013, la serie televisiba "Reign".

El autor nos habla: 

https://www.youtube.com/watch?v=cX7e0IlLucs promocional (sin subtítulos) de la serie Reign.

Escribe...

Stefan Zweig, nacido el 28 de noviembre de 1881 en Viena, fue un escritor y activista social austriaco pionero de la rebelión contra la intervención alemana en la Segunda Guerra Mundial, lo que le hizo sumamente popular en la década de los 20's.

Su familia fue adinerada, lo que le ayudó a estudiar en la Universidad de Viena, donde obtuvo el título de doctor en filosofía. Estudió también historia de la literatura, donde pudo inspirarse para escribir sus primeros poemas, combinándolos más tarde con teatro, periodismo, ensayo y traducciones.

Durante la Primera Guerra Mundial, se exilió a Zúrich tras haber sido declarado "no apto" para el combate. Su filosofía era antibelicista. Trabajó para la prensa libre vienesa en Suiza. Entre sus amigos estaban los escritores Hermann Hesse y Pierre-Jean Jouve, con quienes se inspiró para escribir sobre la cruenta realidad europea del momento.

Volvió a Austria en 1918, luego del armisticio, y se casó con Friderike Maria Burger von Winternitz, una de sus admiradoras.

Viajó constantemente (Sudamérica, Norteamérica, India, Suiza, Unión Soviética, Inglaterra) e incluso visitó a Albert Einstein en su exilio en Princeton.

Vivió por un tiempo en Londres, huyendo del socialismo. Fue catalogado como "no ario", y se esperaba que su nombre fuera eliminado de la obra La mujer silenciosa, donde fue libretista. Hitler no fue al estreno, y se mandó a prohibir la obra.

Nunca se consideró religioso, declaraba que sus padres eran judíos "por accidente de nacimiento".

Sus libros fueron prohibidos por el régimen nazi en Alemania en 1936. Se divorció en 1938, casandose por segunda vez con Charlotte Elisabeth Altmann. Obtuvo la ciudadanía inglesa, pero él y su esposa nunca se sintieron cómodos con la ocupación nazi, así que temiendo que se extendiera por todo el mundo se suicidaron juntos el 22 de febrero de 1942 en Petrópolis, Brasil.

Durante veinte años trabajó en "Momentos estelares de la humanidad", obra que retrata los 14 acontecimientos más importantes de la historia mundial, según su propia perspectiva.

Fue gradualmente olvidado luego de su suicidio.

Bibliotecas en Inglaterra y Nueva York conservan colecciones de su obra. Fue publicado en algunos lugares con el seudónimo de Stephen Branch, haciendo honor a la traducción literal de su apellido.

Estudió a profundidad la obra de Dostoievski, a quien admiró toda su vida.

Obra representativa:

La curación por el espíritu (1931).

"El amor es como el vino, y como el vino también, a unos reconforta y a otros destroza".

Lee conmigo en: 

http://www.fiuxy.net/ebooks-gratis/2494599-maria-estuardo-stefan-zweig-epub-fb2-mobi-lit-lrf-pdf.html

[PosData]

En La Vida Real:

 Jacobo V

  María de Guisa

 María Estuardo

      Isabel I

   Las 4 Marys

  Francisco II

  Conde de Moray

   Chastelard

  Henry Darnley

  Jacobo VI

  David Rizzio

  Lord Bothwell

   John Knox

  Maitland de Lethington

          Anthony Babington

              Amyas Poulet

            Walsingham

  Don Juan de Austria