[ 2019 lectura lineal ] El retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde [ #19 - 5to año ]

Lectura: el retrato de Dorian Gray
Hablamos de: novela
Autor: Oscar Wilde
País: Irlanda
Trama: un joven de singular belleza es corrompido por malas compañías y decide intercambiar su alma por una apariencia pueril eterna, que le haga conseguir todos los excesos y caprichos propios de la juventud. En su paso, va destrozándose a sí mismo, considerando que no necesitaba pactos con un demonio que de por sí ya estaba incrustado en su vida.

[¿A QUÉ PÚBLICO SE LE RECOMIENDA ESTA LECTURA?]

Es una lectura para adolescentes y adultos. Los diálogos son complejos, y conforme el protagonista va cayendo en más perdición, las imágenes son más crudas. 

¿Qué nos dice?

Lo terrible que resulta no aceptar el paso del tiempo y la decadencia de nuestra propia vida. Lo fácil que es caer en tentaciones cuando no se tiene un apoyo indicado. Cómo podemos ser presas de nosotros mismos, cuando somos consumidos por el miedo.

Temas que trata: juventud, hedonismo, narcisismo, vanidad, maltrato, maltrato psicológico, orfandad, malas compañías, Londres victoriana, teatro, drogadicción, promiscuidad, excesos, amor, pureza, desamor, suicidio, incredulidad, asesinato, pintura, arte, arrepentimiento, desilusión, paranoia, culpa, desventura, vergüenza, repudio social, soledad, inestabilidad emocional.

Dificultad de lectura: medio. Aunque la historia te va llevando (pensé leerla en tres semanas y la acabé en dos), hay veces que las descripciones avanzan muy lento, y causan que se pierda el hilo.

¿Qué se rescata?

La historia. Aunque de fantasía, con un mensaje bastante poderoso.
Diálogos increíbles, de gran filosofía.
El antagonista. Henry es un personaje de tal ironía y fuerza, que es quien lleva el peso de la historia
Las imágenes de una Londres de finales de siglo
La tristeza que viene con la decadencia

¿Qué se pierde?

Nada. Tiene un cierre hermoso, así que es justo como debe ser.

¿Qué sensación me deja?

Me ha gustado muchísimo. Siempre me preguntaba ¿por qué es como un clásico? Y ahora lo entiendo. Es grandiosa, monumental, bien escrita, bien personificada, intensa, metafórica, es la vida. Es una gran obra de arte que me recuerda que lo hermoso de la vida, es vivirla, tal y como viene, sin esperar volverla a repetir. Esto se trata de un placer único.

Personajes para recordar

Lord Henry: hombre adinerado que goza de gran popularidad entre las mujeres de clase alta. Fuma opio, se la vive en clubes nocturnos de mala reputación, y sabe la vida y desdicha de cada personaje de la alta sociedad. Cree que la inteligencia y la belleza no van de la mano, y juzga mucho a las personas antes de animarse a ser su amigo. Es consumido por la curiosidad cuando Basil le habla de Dorian, y cuando le conoce entiende por qué es tan amado por el pintor. Envidia a Dorian por su belleza e inocencia, y se dispone a hacerle entender cómo es que gira realmente el mundo, atrayéndolo a los vicios y a los excesos. Le obsesiona que Dorian entienda que su juventud es única, y que debe hacer con ella todo lo que le plazca, sin límite alguno. Pelea internamente con Basil por la atención del muchacho, pero siempre la gana con fiestas o paseos interesantes, en los que le presenta mujeres que le admiran y le hacen sentir importante. No puede ocultar su misoginia: para él la mujer sólo es un elemento decorativo que no piensa ni aporta más que placeres, cuidados y algunas veces belleza. Está casado, pero piensa que la fidelidad es de tontos y aburridos. Piensa que el matrimonio destruye los ánimos de vivir, y hay maldad y rencor en cada uno de sus comentarios. Es hiriente, malhumorado, y no le importa quién esté presente cuando suelta su veneno. Atormenta a Dorian con calumnias sobre Sibyl, porque no quiere que caiga en el aburrimiento del amor. Cree que Basil es mediocre, y que solamente sus palabras y acciones son las que dan sabor a la vida de sus invitados.

Basil Hallward: pintor famoso y sensible que se enamora de Dorian a primera vista y lo convierte en su modelo principal. El cuadro que le pinta es la obra culminante de su carrera, con la que se siente satisfecho y honrado. Siente tristeza de ver que Dorian a veces le trata mal y a veces le quiere, y comete el error de confesar a Henry lo importante que es el modelo para él, peleando constantemente con su amigo para ganar su atención. Sabe que no puede ser más interesante que Henry, aunque convivan en los mismos círculos sociales. Ve la bondad en Dorian, y trata de alejarlo de la maldad de Henry, pero no puede por su falta de carácter. Ve cómo Dorian se aleja, cómo deja de ser suyo, y se entristece de que sus compromisos se vayan arruinando. Es testigo de su transformación en una persona egolatra y cruel, decepcionándose cuando no le deja ver su propio cuadro ni llevarlo a una importante exposición. Cuando lo ve, años después de su despedida, se decepciona de ver que lo mal que hablan de él en sociedad es por una razón justificada: sigue siendo un monstruo gracias a sus relaciones con Henry. Él será la ultima carta para que Dorian rescate su alma.

Dorian Gray: muchacho hermoso que reaparece en Londres luego de la muerte de su abuelo materno, quien lo maltrataba en su infancia porque le recordaba la imagen de perdición de su hija al enamorarse de un don nadie. Joven, inocente, puro, tímido pero con deseos de relacionarse, es presa fácil para Henry, que se convierte de inmediato en su mejor amigo y le lleva a conocer las diferencias entre la clase alta y los más desventurados. Aunque Basil trata de enamorarlo y contenerlo, le gusta más lo sociable y libre de Henry. Necesita hablar y ser visto, y Basil requiere silencio y concentración mientras está posando para su obra maestra. Se entusiasma con los conceptos de vida, libertad, amor y juventud que Henry le vende, y va con él a cuanta cena y fiesta le invite, aprendiendo a fumar tabaco y opio y a beber brandy. Entiende que los favores y la gracia de todos las perderá cuando envejezca, y al ver su retrato terminado (y la profunda hermosura de su rostro), decide pactar intercambiar su alma con la del cuadro para nunca envejecer, dando así a la pintura los desperfectos de la edad, mientras que él sigue hermoso y cautivador sin importar el paso del tiempo. Se enamora de una actriz desconocida llamada Sibyl, de su talento para demostrar emociones en papeles complicados de representar, y la convuerte en su musa y su primer amor. Va a verla cada noche al teatro, hasta que consigue hacerla su prometida, pero a Henry no le gusta la idea y comienza a entrometerse en la relación. Nota que, por cada calumnia que comete, su retrato cambia la mueca o va envejeciendo, dándose cuenta que en el cuadro es donde anida su verdadera alma (y encerrándolo lejos, para no dejar que nadie le vea). Al principio genera simpatía en la población, ¡todos quieren ser como él! Pero en cuanto notan que no envejece, comienzan a sentir desconfianza. Empiezan las habladurías de que sea un brujo o haya hecho algo mucho peor. Se da cuenta que no solamente la belleza llama, sino el intelecto, así que comienza a prepararse en religión, perfume y música, además de ser un crítico de arte y tapicería al que se le busca para pedir opinión. Sus amistades comienzan a tener finales funestos, y a él se le acusa de disfrazarse para cometer fechorías en tugurios. Y es que sigue a Henry en su vida de excesos, dando mala fama a las mujeres que se le acercan. Es perseguido por James para cobrar venganza por el desamor de Sibyl, y su presencia desencadena la crisis de paranoia que lo lleva a enfrentarse consigo mismo. Pasa por una era de arrepentimiento en la que quisiera volver a empezar y dejar de hacer daño a la gente, pero no sabe si es demasiado tarde para lograrlo...

Victoria Wotton: esposa de Henry. Coincide con Dorian en las veladas porque es amiga de las demás mujeres, pero vive en amargura porque su esposo no la respeta y nunca la ve. No hablan ni pasan tiempo juntos, más que en las reuniones. Ella sabe la mala persona que es, pero se dedica a ser buena persona, ir a misa, usar atuendos feos y tratar de llamar la atención de otros hombres que sí alcancen a valorarla.

Sibyl: actriz aficionada que comienza su carrera en un teatro de poca monta donde pocos son los que aprecian su talento. Dorian se enamora perdidamente de él, y ella se entrega a su amor temerosa de que sea tratada como una aventura. Le ama tanto, que piensa en dejar el teatro por él apenas se casen, y lo ve como un Príncipe Azul que ha llegado a cambiar su vida. Aunque su madre y hermano no están de acuerdo con el amorío, ella acepta la propuesta de matrimonio de Dorian y comienza a desembarazarse del teatro, lo que causa una terrible decepción en su prometido. Su inseguridad le hace creer que no lo merece, que es demasiado hermoso, que es la encarnación del amor, y no sabe lo que pueda ver en ella.

James Vane: hermano de Sibyl. Marinero que no puede dedicar mucho tiempoa ella y a su madre, pero que quiere cuidarlas como su gran tesoro. Al darse cuenta que Sibyl está enamorada, lanza el juramento de matar a Dorian si es que llega a lastimarla. Es torpe y corpulento. Tarda 18 años en encontrar a Dorian, pero se deja confundir por su rostro pueril y no alcanza a dañarlo, aunque se obsesiona con seguirlo buscando y vengar la mala suerte de su apellido. Tiene un día desafortunado cuando se cruza en un escenario de caza, cerca de los territorios de Dorian.

Señora Vane: madre de James y Sibyl, fue actriz toda la vida y había adoptado frases y poses de sus personajes para uso de vida diaria. Era vieja, enferma y muy pobre, ahogada en deudas. Prefiere a Sibyl que a James, pero procura que no sea muy notorio. Aunque no apuesta por Dorian y la ingenuidad de su hija, cree que es un hombre rico y les solucionará los problemas.

Alan Campbell: antiguo amigo de Dorian con el que disfrutaba del teatro y el arte. Se había dedicado a la química y a alejarse de Gray para que su mala fama no contagiara su éxito o a su familia. Dorian le pide un favor que le cambiará la vida, y al que no puede negarse por más que lo intente.

Retacitos para el librero

A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil. 

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Es una tontería, porque en el mundo sólo hay algo peor que ser la persona de la que se habla y es ser alguien de quien no se habla.
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Pero la belleza, la belleza auténtica, termina donde empieza el aire intelectual. El intelecto es, por sí mismo, un modo de exageración, y destruye la armonía de cualquier rostro. En el momento en que alguien se sienta a pensar, todo él se convierte en nariz o en frente o en algo espantoso. Repara en quienes triunfan en cualquier profesión docta. Son absolutamente imposibles. Con la excepción, por supuesto, de la Iglesia. Pero sucede que en la Iglesia no se piensa. Un obispo sigue diciendo a los ochenta años lo que a los dieciocho le contaron que tenía que decir, y la consecuencia lógica es que siempre tiene un aspecto delicioso.

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Conciencia y cobardía son en realidad lo mismo, Basil. La conciencia es la marca registrada de la empresa. Eso es todo.
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Elijo a mis amigos por su apostura, a mis conocidos por su buena reputación y a mis enemigos por su inteligencia. No es posible excederse en el cuidado al elegir a los enemigos. No tengo ni uno solo que sea estúpido. Todos son personas de cierta talla intelectual y, en consecuencia, me aprecian. ¿Te parece demasiada vanidad por mi parte? Creo que lo es.

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Ahora bien, el valor de una idea no tiene nada que ver con la sinceridad de la persona que la expone. En realidad, es probable que cuanto más insincera sea la persona, más puramente intelectual sea la idea, ya que en ese caso no estará coloreada ni por sus necesidades, ni por sus deseos, ni por sus prejuicios.
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Los que son fieles sólo conocen el lado trivial del amor: es el infiel quien sabe de sus tragedias.
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Toda influencia es inmoral; inmoral desde el punto de vista científico. -¿Por qué? -Porque influir en una persona es darle la propia alma. Esa persona deja de pensar sus propias ideas y de arder con sus pasiones. Sus virtudes dejan de ser reales. Sus pecados, si es que los pecados existen, son prestados. Se convierte en eco de la música de otro, en un actor que interpreta un papel que no se ha escrito para él. La finalidad de la vida es el propio desarrollo. Alcanzar la plenitud de la manera más perfecta posible, para eso estamos aquí. En la actualidad las personas se tienen miedo. Han olvidado el mayor de todos los deberes, lo que cada uno se debe a sí mismo. Son caritativos, por supuesto. Dan de comer al hambriento y visten al desnudo. Pero sus almas pasan hambre y ellos mismos están desnudos. Nuestra raza ha dejado de tener valor. Quizá no lo haya tenido nunca. El miedo a la sociedad, que es la base de la moral; el miedo a Dios, que es el secreto de la religión: ésas son las dos cosas que nos gobiernan.

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Pero hasta el más valiente de nosotros tiene miedo de sí mismo.
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Es también en el cerebro, y sólo en el cerebro, donde se cometen los grandes pecados.
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Porque posee usted la más maravillosa juventud, y la juventud es lo más precioso que se puede poseer. -No lo siento yo así, lord Henry. -No; no lo siente ahora. Pero algún día, cuando sea viejo y feo y esté lleno de arrugas, cuando los pensamientos le hayan marcado la frente con sus pliegues y la pasión le haya quemado los labios con sus odiosas brasas, lo sentirá, y lo sentirá terriblemente.
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La gente dice a veces que la belleza es sólo superficial. Tal vez. Pero, al menos, no es tan superficial como el pensamiento. Para mí la belleza es la maravilla de las maravillas. Tan sólo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo que no se ve... Sí, señor Gray, los dioses han sido buenos con usted. Pero lo que los dioses dan, también lo quitan, y muy pronto. Sólo dispone de unos pocos años en los que vivir de verdad, perfectamente y con plenitud. Cuando se le acabe la juventud desaparecerá la belleza, y entonces descubrirá de repente que ya no le quedan más triunfos, o habrá de contentarse con unos triunfos insignificantes que el recuerdo de su pasado esplendor hará más amargos que las derrotas.
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Pero nosotros nunca recuperamos nuestra juventud. El pulso alegre que late en nosotros cuando tenemos veinte años se vuelve perezoso con el paso del tiempo. Nos fallan las extremidades, nuestros sentidos se deterioran. Nos convertimos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de las pasiones que nos asustaron en demasía, y el de las exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el valor de sucumbir. ¡Juventud! ¡Juventud! ¡No hay absolutamente nada en el mundo excepto la juventud!

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La única diferencia entre un capricho y una pasión para toda la vida es que el capricho dura un poco más.
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Adoro los placeres sencillos -dijo lord Henry-. Son el último refugio de las almas complicadas.
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-¿Recuerda usted algún gran error que cometiera en sus primeros tiempos, duquesa? -preguntó mirándola desde el otro lado de la mesa. -Muchos, por desgracia -exclamó ella. -Pues vuelva a cometerlos -dijo él con gravedad-. Para recuperar la juventud, basta con repetir las mismas locuras.
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En la actualidad la mayoría de la gente muere de una indigestión de sentido común y descubre cuando ya es demasiado tarde que lo único que nunca lamentamos son nuestros errores.
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Siempre hay algo infinitamente mezquino en las tragedias de los demás.
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- Quizá sea mejor que le escribas, no quiero estar a solas con él. Dice cosas que me fastidian. Se empeña en darme buenos consejos.
Lord Henry sonrió.
-A la gente le encanta regalar lo que más necesita. Es lo que yo llamo el insondable abismo de la generosidad.
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Pero la experiencia carece de fuerza determinante. Tiene tan poco de causa activa como la misma conciencia. Lo único que realmente demuestra es que nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y que el pecado que hemos cometido una vez, y con amargura, lo repetiremos muchas veces, y con alegría.
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Las pasiones sobre cuyo origen uno se engaña son las que más tiranizan. Los motivos que

mejor se conocen tienen mucha menos fuerza. Cuántas veces sucedía que, al creer que se experimenta sobre otros, experimentamos en realidad sobre nosotros mismos.
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Los hijos comienzan la vida amando a sus padres; al hacerse mayores, los juzgan, y en ocasiones los perdonan.
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Siempre que un hombre hace algo perfectamente estúpido, lo hace por el más noble de los motivos.
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En cuanto a echar a perder una vida, una vida sólo se echa a perder cuando se detiene su crecimiento. Si quieres estropear una personalidad, basta reformarla.
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Las mujeres, además, estaban mejor preparadas para el dolor.
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Existe la voluptuosidad del autorreproche. Cuando nos culpamos sentimos que nadie más tiene derecho a hacerlo. Es la confesión, no el sacerdote, lo que nos da la absolución.
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Sucede con frecuencia que las tragedias reales de la vida ocurren de una manera tan poco artística que nos hieren por lo crudo de su violencia, por su absoluta incoherencia, su absurda ausencia de significado, su completa falta de estilo. Nos afectan como lo hace la vulgaridad. Sólo nos producen una impresión de fuerza bruta, y nos rebelamos contra eso. A veces, sin embargo, cruza nuestras vidas una tragedia que posee elementos de belleza artística. Si esos elementos de belleza son reales, todo el conjunto apela a nuestro sentido del efecto dramático. De repente descubrimos que ya no somos los actores, sino los espectadores de la obra. O que somos más bien las dos cosas. Nos observamos, y el mero asombro del espectáculo nos seduce.
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Además, nada le hace a uno tan vanidoso como que lo acusen de pecador.
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Porque en una adoración tan desmesurada existe un peligro, el peligro de perderla, no menos grave que el de conservarla...
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Incluso ahora no puedo por menos de pensar que es un error creer que la pasión que se siente durante la creación aparece de verdad en la obra creada. El arte es siempre más abstracto de lo que imaginamos. La forma y el color sólo nos hablan de sí mismos..., eso es todo. Con frecuencia me parece que el arte esconde al artista mucho más de lo que lo revela.
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Me encantan los escándalos acerca de otras personas, pero las habladurías que me conciernen no me interesan. Carecen del encanto de la novedad.
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El pecado es algo que los hombres llevan escrito en la cara. No se puede ocultar. La gente habla a veces de vicios secretos. No existe tal cosa. Si un pobre desgraciado tiene un vicio, lo denuncian las arrugas de la boca, la caída de los párpados, incluso la forma de las manos.
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Se puede juzgar a una persona por el efecto que tiene sobre sus amigos.
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Comprendía que el secreto del éxito consistía en no darse cuenta de lo sucedido.
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Quizá uno nunca se muestra tan natural como cuando representa un papel.
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Cuando una mujer vuelve a casarse es porque detestaba a su primer marido. Cuando un hombre vuelve a casarse es porque adoraba a su primera mujer. Las mujeres prueban suerte. Los hombres arriesgan la suya.
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Las mujeres nos aman por nuestros defectos. Si tenemos los suficientes nos lo perdonan todo, incluida la inteligencia.
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Se dice que la pasión hace que se piense en círculos.
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La vida es demasiado corta para cargar con el peso de los errores ajenos. Cada persona gastaba su propia vida y pagaba su precio por vivirla. Lo único lamentable era que por una sola falta hubiera que pagar tantas veces. Que hubiera, efectivamente, que pagar y volver a pagar y seguir pagando. En sus tratos con los seres humanos, el Destino nunca cerraba las cuentas.
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El sentimiento romántico se alimenta de la repetición, y la repetición convierte un apetito en arte. Además, cada vez que se ama es la única vez que se ha amado nunca. La diversidad del objeto no altera la unicidad de la pasión. Tan sólo la intensifica. En el mejor de los casos, sólo podemos tener una experiencia en la vida, y el secreto es reproducirla con la mayor frecuencia posible.
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A los grandes amores y sufrimientos los destruye su propia plenitud.
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En cuanto a presagios, no existe nada semejante. El destino no nos envía heraldos. Es demasiado prudente o demasiado cruel para eso.
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¡Cuánto les gusta a las mujeres hacer cosas peligrosas! -rió lord Henry-. Es una de las cualidades que más admiro en ellas. Una mujer puede coquetear con cualquiera con tal de que haya otras personas mirando.
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-Saberlo sería fatal. Es la incertidumbre lo que nos atrae. Un poco de niebla mejora mucho las cosas.

 -Se puede perder el camino.

-Todos los caminos llevan al mismo sitio, mi querida Gladys.

-¿Que es...?

 -La desilusión.
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La civilización no es algo que se consiga fácilmente. Sólo hay dos maneras. O se es culto o se está corrompido.
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Pero la verdad es que lamentamos la pérdida incluso de nuestras peores costumbres. Quizá sean las que más lamentamos. Son una parte demasiado esencial de nuestra personalidad.
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Cualquier cosa se convierte en placer si se hace con suficiente frecuencia.
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El alma es una terrible realidad. Se puede comprar y vender, y hasta hacer trueques con ella. Se la puede envenenar o alcanzar la perfección.
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Las cosas de las que uno está completamente seguro nunca son verdad.
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Hubiera sido mucho mejor para él que a cada pecado cometido le hubiera acompañado su inevitable e inmediato castigo. En lugar de «perdónanos nuestros pecados», la plegaria de los hombres a un Dios de justicia debería ser «castíganos por nuestras iniquidades».
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«El mundo ha cambiado porque tú estás hecho de marfil y oro. La curva de tus labios vuelve a escribir la historia».

 

** Escenas Inolvidables **

Cuando lo leas, no te las pierdas.

- Dorian enamorando a Sibyl
- Henry peleando con Basil en frases moralistas en las que ninguno de los dos puede ganar
- Dorian al hacer el pacto con su cuadro
- La plática de despedida con Basil
- El destino de Alan
- La desesperación de Dorian por volver a ser bueno
- El majestuoso final

Ficha técnica.

Año: 1890

Género: novela de terror, novela gótica, ficción

¿Real o irreal?: irreal

[+ Q.riosidades +]

- La novela causó controversia al publicarse, por hablar sin censura del amor platónico de Basil, tema censurado para la época.
- Es considerada actualmente una de las obras clásicas de la literatura universal
- Como la homosexualidad era penada con cárcel, Wilde se defendió diciendo que "no puede juzgarse a un hombre por lo que escribe", cambiando el tono de la relación entre Basil y Dorian cuando una corte se lo preguntaba
- Wilde dice que Basil es el reflejo de quien él cree que es, Henry el reflejo de quien los demás creen que es, y Dorian el que le hubiera gustado ser en otra edad.
- La novela fue publicada por capítulos en una revista literaria, pero conforme fue teniendo buena aceptación, el autor la aumentó de 13 a más de 20 capítulos, lo que le permitió ir desarrollando mejor los personajes.
- Se han hecho 19 películas basadas en esta obra.

El autor nos habla: 

https://www.youtube.com/watch?v=0XY3rOjXdH4 película de 2009, la más reciente. [ADVERTENCIA: AUNQUE SE BASA EN LA NOVELA Y SIGUE GRAN PARTE DE LA TRAMA ORIGINAL, MUCHO, PERO MUCHO DE COSECHA EXTRA LE FUE AGREGADA. EL LIBRO NO ES TAN SEXUAL NI CONTIENE A ALGUNOS PERSONAJES. PERO PARA DARSE UNA IDEA DE LA HISTORIA, NO ESTÁ MAL].

Escribe...

Oscar Wilde fue hijo de intelectuales de la sociedad de Dublín: el cirujano Williams Wills-Wilde y la escritora Joana Elgee. Desde pequeño se mostró como un niño inteligente al aprender francés y alemán y ganar el premio Newdigate de poesía en el Magdalen College de Oxford, premio que se consideraba prestigioso en esos tiempos. Dio conferencias en Estados Unidos y Canadá sobre el Renacimiento inglés y se dedicó también al periodismo. Fue reconocido en su época por la crítica social y el exagerado sarcasmo manejado en cada una de sus obras.

Estuvo condenado a dos años de trabajos forzados por una disputa con el padre de su amigo Lord Alfred Douglas, quien sospechaba que ambos mantenían una relación. Wilde lo denunció por calumnia, pero finalmente fue él quien perdió y tuvo que cumplir su condena, en la que perdió sus posesiones y el amor de su esposa, quien por miedo al escándalo llegó incluso a cambiar su apellido y el de sus hijos al de Holland. Fue obligado a divorciarse y perdió la custodia de sus dos hijos. Al quedar libre, él también cambió su nombre por Sebastián Melmoth y se mudó a Paris, donde murió luego de algunos años de pobreza, enfermedad, alcoholismo y un bautizo católico en sus últimos días. Sus obras fueron representadas nuevamente luego de su muerte.

Obra representativa:

  

El retrato de Dorian Gray (1890).

x ¿Lo reelerías? x

Sí. Es la segunda obra que leo de él y de verdad me ha hecho reír a carcajadas y suspirar. Creo que su personalidad era un reto para la época, y por eso llama mi atención.

"Las preguntas nunca son indiscretas, las respuestas, sí".

Lee conmigo en: https://www.lectulandia.co/book/el-retrato-de-dorian-gray-trad-jose-luis-lopez-munoz/