Lectura: la sirena y la señora Hancock
Hablamos de: novelaAutor: Imogen Hermes Gowar
País: Inglaterra
, Trama: la vida de un marinero retirado, viudo y triste, cambia cuando se une a la de una cortesana mayor a través de la ilusión de haber encontrado una sirena en altamar.
[¿A QUÉ PÚBLICO SE LE RECOMIENDA ESTA LECTURA?]
Es una bella recomendación para jóvenes que se inician en la lectura, y que quieren una historia romántica y reflexiva. También un adulto puede disfrutarla muchísimo, por su dulzura y las varias interpretaciones que se le pueden dar.
¿Qué nos dice?
Es una interesante muestra de cómo la vida cambia, y nosotros no siempre tenemos poder sobre ello. Cómo nos maravillamos cuando nos damos la oportunidad de tomar nuevos caminos, y cómo a quienes actúan mal, se les paga mal.
Temas que trata: amor, soledad, viudez, pérdida de un hijo, pobreza extrema, prostitución, trata de mujeres, abuso de poder, apariencias, clases sociales, infidelidad, fantasía, vida en el mar, desgracia, familia, motivación, mito de las sirenas, glamour, juventud, inexperiencia, escape, justicia, venganza, presunción, felicidad, búsqueda de identidad, liberación.
Dificultad de lectura:bajo. La historia es larga, pero enreda y va dejando que el lector recorra sus páginas sin problemas.
¿Qué se rescata?
El mensaje que da acerca de la búsqueda de la felicidad, aún con las trabas sociales que se viven. Darle la oportunidad al amor.
¿Qué se pierde?
Nada, creo que es justo como debe ser, aunque no da completo final a todos los personajes (y parece estar de más, pero me hubiera gustado saber lo que pasó después con ellos).
¿Qué sensación me deja?
Me siento contenta de haberlo descubierto, porque me deja esperanza, calma y mucha ilusión, ¡hay que ir tomando lo que la vida nos da, y retribuirlo con amor!
Personajes para recordar
Jonah Hancock: hombre amable de cuarenta años que perdió a su esposa en el parto, dejándolo sin familia. Añora a su hijo Henry, y su fantasma (que va creciendo con los años, como lo haría un niño a su edad), le sigue y acompaña en su vieja casa familiar. Le asusta perder alguno de sus barcos o tripulaciones. Vive con su sobrina Sukie y Bridget, la muchacha que le ayuda con la limpieza. Es sorprendido por la sirena por la que vendieron a su mejor barco: la cree fea y de mal gusto, pero cree que al exhibirla podrá recuperar su dinero. Comienza a hacerse famoso por el morbo que provoca, y la alquila por una noche a la señora Chappell, pero al ver el espectáculo de depravación del que forma parte, la retira con miedo. Se enamora a primera vista de Angélica, por quien siente mariposas en el estómago, pero que no quiere poseer cuando sabe que es una prostituta. Se aleja ofendido cuando ve que sólo fue un anzuelo de Chappel. Se le hace creer que Angélica está interesada en él, y el amor le vuelve a la cara, sin embargo es rechazado por ella varias veces, hasta que encuentra en él un confidente y amigo, sin saber que se ha vuelto millonario con la venta a la monarquía de su sirena. Está harto de estar solo, así que comienza a cortejarla, a entender sus problemas, hasta encontrarla caída completamente en desgracia. Da dinero a la caridad: escuelas, orfanatos, iglesias. Se toma en serio cuando Angélica le pide una nueva sirena sólo para ella, y manda a Tysoe a buscarla (aunque sin ánimos de encontrarla). Sueña con formar una familia cuando encuentra una casa en el campo, donde hay espacio suficiente para hacer toda clase de actividades femeninas e infantiles. Cuando llega la nueva sirena se siente triste, decaído, no sabe hacia donde ir. Tendrá que guiarse del amor de su sobrina y de Angélica, para entender cómo va a recuperar el amor por vivir.
Hester Lippard: hermana de Jonah. Siempre le regaña, y cuando le visita le corrige el desorden y la mala alimentación. Es madre de Sukie, y de otros 9 niños por los que no tiene tiempo para estar de buen humor. Se vuelve violenta con la exhibición de la sirena, pensando que deja mal parada a Sukie ante sus posibles candidatos a marido. No soporta a Angélica, ni las desgracias que puede traer a su respetable familia por su antigua reputación, pero la soporta por lo que pueda ayudar a Sukie a ser refinada y deseable.
Sukie: hija de Hester, de catorce años. Le gusta cuidar del tío Jonah y ser amiga de Bridget. Piensa que su madre no la quiere, porque la abandona para que cuide de los demás. Ayuda a Jonah con la exposición de la sirena y el libro de cuentas, aunque eso enfade a su madre porque considera que es un acto vulgar para una jovencita. Trata de ser amiga de Angélica, aunque entiende que los adultos no le muestran toda la verdad. Quiere ser la hija perfecta y soñada y encargarse de todo, para que ellos no tengan de qué preocuparse, pero en su afán de perfección, se torna empalagosa. Sufrirá la melancolía de la sirena, agotándose emocionalmente y demostrando a Johan y a Angélica lo importante que es para su núcleo familiar.
Angélica Neal: prostituta fina que abandona su puesto por vivir tres años con un duque anciano que la olvida en su testamento, por lo que tiene que regresar al negocio y sentir competencia con su amiga Eliza, con quien mantiene una relación dura por el poco dinero que ambas conservan. Estaba obsesionada con mantenerse joven y bella, atrayente para los hombres que pudieran pagar su compañía. La señora Chappell la crió en el mundo de la prostitución, pero la ahogaba y le pagaba muy poco, a pesar de ser su principal estrella. Su mejor amiga es Bel, quien trata de convencerla de casarse y hacer una vida decente. La señora Chappell la obliga a entretener a Jonah en la presentación de la sirena, pero aunque logra mantener su atención, lo pierde cuando se da cuenta de la depravación de la que se trata la casa de citas Chappell. Piensa que no es importante, un anciano pobre y sin aspiraciones, así que lo deja pasar. Le gusta sentir el interés y la pasión de los hombres, ver su mirada de deseo, saber que ella es la que lleva el ritmo, y no se imagina haciendo ningún otro trabajo. Se enamora con ilusión e inocencia de George, a quien lleva a su casa y mantiene por un tiempo. No escucha razones de nadie, se encapricha y cree que podrá vivir solamente de amor, pero cuando descubre que George no es lo que espera, le llega la pena de caer en bancarrota. Debe humillarse vendiéndolo todo. Con el tiempo, se va haciendo amiga de Jonah, descubre una mano sincera que le acompaña, y piensa que le puede dar la estabilidad que siempre ha buscado. Le pide a Jonah que le consiga otra sirena, más por capricho que por sinceridad, y cuando la obtiene se da cuenta que causa más dolor que alegría. Deberá pasar penas y depresiones para darse cuenta que debe estar agradecida y no despilfarrar en ningún aspecto de su vida.
Eliza Frost: mejor amiga de Angélica, se conocieron en su anterior trabajo, en el que ella era barrendera y Angélica era desnudista. Le ayuda a vestirse y peinarse, y se da cuenta de que sin ella, Angélica es una inútil, pero pelean todo el tiempo porque ella quiere que regrese con Chappell y así ambas tengan trabajo y dinero seguros, pero Angélica se niega porque está en busca de su libertad. Cuando George llega, le impone condiciones y cuotas para ser "el fijo" de Angélica, pero ve que no las cumple. No confía en él, pelean hasta con la mirada, pero sabe que perderá si pelea contra él por su amiga. Mientras tenga a qué aferrarse con ella, estará a su lado, pero sin dejar de buscar su propio sustento.
Bet Chappell: madame que maneja la casa de citas más antigua de la ciudad. Educa niñas desde la adolescencia, las hace atractivas e inteligentes, listas para saber llevar una conversación. Es abadesa, y su obesidad mórbida la hace requerir ayuda todo el tiempo para moverse. Despedía a las chicas débiles o rebeldes, y a las que se quedaba les cobraba hasta el mínimo privilegio que les diera, ya sea comida o unas buenas medias (así siempre las mantenía endeudadas y sin posibilidad de irse). Renta la sirena de Jonah para levantar su local, pero falla cuando trata de entretenerlo con Angélica. Se da cuenta que caerá en desgracia con George, y la mantiene en secreto con Eliza, causando una herida entre ellas. No le importa lo que piense la policía, sabe que son los mismos padres los que dejan a sus hijas a su cuidado. Sabe que todos los hombres han usado de sus servicios alguna vez, y se sabe protegida por grandes empresarios. Pasa una serie de desgracias cuando una de sus chicas huye, y necesitará de todos sus recursos para sacar a flote su negocio.
Tysoe Jones: capitán que llevaba el barco más grande y elegante de Jonah, y que decide vender por el cuerpo de una sirena. Quiere dedicarse a su familia y dejar el mar, pero Jonah parece no aceptarlo, así que lo manda a una segunda expedición en busca de una nueva sirena. Es su mejor marinero, pero a pesar de su disciplina en el trabajo, es consumido por la depresión de la sirena.
Bel Fortescue: amiga de Angélica, que marca una parte de su buena consciencia. Trata de que no regrese con Chappell, porque sabe que la está manipulando. Le presenta hombres con los que puede retomar su rango, pero debe luchar contra su deseo de independencia. Le ayuda con consejos, pero no puede darle dinero, pues Angélica es muy orgullosa. Su trabajo es mantenerla cuerda, no dejar que abusen de ella dándole falsas esperanzas de una vida pomposa que no podrá tener con la prostitución.
Polly: chica de raza negra que trabaja para Chappell. Es la novedad, todos quieren saber la diferencia de estar con ella, aunque también les gusta humillarla. Se da cuenta de que no es apreciada por su intelecto, sino por su color de piel, y debe pensarse si acepta o no la oportunidad de salvarse que le ofrece uno de los criados de Chappell, a quien dará la peor de las sorpresas.
George Rockingham: oficial de marina que conoce a Angélica en el show de la sirena, y se enamora de ella. Ambos se encaprichan velozmente, pasando día y noche encerrados en el lecho, pero los celos le dominan cuando entiende que está con una prostituta, y comienza a limitarla y agredirla. Quiere que Eliza se vaya de la casa de Angélica, porque sabe que es su aliada y que puede persuadirla de dejarlo. Tampoco le gusta que vea a otros hombres, ni siquiera como compañeros, porque cree que se acuesta con todos, como hacía antes. Es más joven que Angélica, y aunque su familia es adinerada no le deja heredar hasta que hable con ellos. El viaje que hace para reclamar su dinero, cambia la perspectiva que tiene de su vida con Angélica.
Señoras Crawford: vecinas de Angélica que se sienten fascinadas de hablar con una prostituta fina. La madre, la cuñada y la hija viven juntas e ilusionadas con un pequeño bebé, que las trae bobas con cada movimiento. Piensan que lo más importante es el matrimonio, la maternidad y la buena posición, causando que el orgullo de Angélica suba a tope, y retome los hilos de su vida al darse cuenta de lo que se está perdiendo.
Retacitos para el librero
—Yo creo que no le llega la camisa al cuello de
puro miedo que tiene —dice Bel forzando la voz, y coge a Angelica de la
muñeca—. Y lo que busca es hacerte de menos. Igual que la señora Chappell. A
las mujeres les pasa eso. Sin embargo, los hombres, esos sí que no tienen
miedo: se forjan unos a otros, y así se hacen grandes. Mientras que las mujeres
creen que no tienen más poder que el de arrancarse la piel a tiras unas a
otras.
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La puta acaba el día justo cuando lo empieza la panadera, y cada oficio bajo el cielo tiene su momento y su sazón.
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No son solo los de arriba los que hacen todo lo que está en su mano por que las cosas no cambien: el poder es un contrato entre hombres de todas las clases.
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La puta acaba el día justo cuando lo empieza la panadera, y cada oficio bajo el cielo tiene su momento y su sazón.
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No son solo los de arriba los que hacen todo lo que está en su mano por que las cosas no cambien: el poder es un contrato entre hombres de todas las clases.
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Ella sonríe y parece un rastro de estrellas en el
agua.
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Y qué hombre con sangre en las venas no desea a la amante de su amigo, después de todo. Y qué hombre de ventura y ambición no mete lo que haya que meter toda vez que su amigo ya no está allí para defender la plaza.
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Porque la clase social es como una burbuja, una membrana que lo cubre a uno. Aunque uno pueda crecer dentro de esa membrana, y hasta toparse contra sus paredes, lo que es imposible es romperla. Y la nobleza de un hombre está siempre en su alma, por muy bajo que caiga. Así, un hombre de origen humilde tendrá siempre un alma hecha a su medida, por mucho que ascienda.
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¡Menudo gozo remolonear en la cama con el hombre que una ha elegido y no con otro! Que le toque la cara a una con sus manos cálidas; poder maravillarlo con la dilatación de las pupilas y tenerlo ahí, abocado a la ternura rosácea que le emana a una de los labios: que la meta a una en calor frotándole las manos con las suyas, y que le caliente a una los pies con los suyos. Menudo gozo, también, ver cómo se le arrugan los ojos cuando sonríe; y besar esa pulgada de piel, pálida y suave como la de una niña, que queda entre el borde rosáceo de sus labios y la línea cuidadosamente afeitada de la barba. Y descubrir la cicatriz de la barbilla, que se hizo al caer de un árbol a los seis años; y que tiene el dedo meñique un poco torcido porque se cayó del palo de una escota a los diecinueve. Enterarse una de estos secretos que él tiene.
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Y qué hombre con sangre en las venas no desea a la amante de su amigo, después de todo. Y qué hombre de ventura y ambición no mete lo que haya que meter toda vez que su amigo ya no está allí para defender la plaza.
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Porque la clase social es como una burbuja, una membrana que lo cubre a uno. Aunque uno pueda crecer dentro de esa membrana, y hasta toparse contra sus paredes, lo que es imposible es romperla. Y la nobleza de un hombre está siempre en su alma, por muy bajo que caiga. Así, un hombre de origen humilde tendrá siempre un alma hecha a su medida, por mucho que ascienda.
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¡Menudo gozo remolonear en la cama con el hombre que una ha elegido y no con otro! Que le toque la cara a una con sus manos cálidas; poder maravillarlo con la dilatación de las pupilas y tenerlo ahí, abocado a la ternura rosácea que le emana a una de los labios: que la meta a una en calor frotándole las manos con las suyas, y que le caliente a una los pies con los suyos. Menudo gozo, también, ver cómo se le arrugan los ojos cuando sonríe; y besar esa pulgada de piel, pálida y suave como la de una niña, que queda entre el borde rosáceo de sus labios y la línea cuidadosamente afeitada de la barba. Y descubrir la cicatriz de la barbilla, que se hizo al caer de un árbol a los seis años; y que tiene el dedo meñique un poco torcido porque se cayó del palo de una escota a los diecinueve. Enterarse una de estos secretos que él tiene.
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Hay que estar siempre dispuesto a hacer
cambios. Así sobrevive uno.
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Ya en sus primeros recuerdos, todo lo que
tenía, por poco que fuera, quería compartirlo con el prójimo: pues el dinero
está para propagarse.
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El mundo es grande, pero solo vemos un rinconcito.
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«Qué tonta he sido», piensa, «por imaginar siquiera que le había tomado la medida a la vida doméstica. Y ¿ahora qué hago?». Se halla como bloqueada, quizá por primera vez en su vida: y no es porque tenga delante muchos obstáculos, sino porque no tiene ninguno. «¿Ahora qué?», piensa. «¿Ahora qué, ahora qué?», y entrelaza los dedos y arruga la frente.
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El mundo es grande, pero solo vemos un rinconcito.
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«Qué tonta he sido», piensa, «por imaginar siquiera que le había tomado la medida a la vida doméstica. Y ¿ahora qué hago?». Se halla como bloqueada, quizá por primera vez en su vida: y no es porque tenga delante muchos obstáculos, sino porque no tiene ninguno. «¿Ahora qué?», piensa. «¿Ahora qué, ahora qué?», y entrelaza los dedos y arruga la frente.
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También piensa: «A partir de ahora, solo puede
ir de mal en peor con los años; y cuanto más viejo se hace uno, menos
oportunidades tiene de ser feliz».
** Escenas Inolvidables **
Cuando lo leas, no te las pierdas.
- El erotismo del primer encuentro entre Angélica y Jonah- Angélica metiéndose a nadar como sirena en la fuente de la casa
- La humillación de Angélica al no poder comprar caramelos
- La humillación de Angélica al no poder comprar caramelos
- Polly descubriendo que los jóvenes que la contrataron pensaban violarla
- Descubriendo la gruta de la casa de campo
- Sukie arañando la puerta de entrada
- Descubriendo la gruta de la casa de campo
- Sukie arañando la puerta de entrada
- La fiesta de San Juan
Ficha técnica.
Año: 2018
Género: realismo mágico ¡Es mi género literario favorito!
¿Real o irreal?: irreal
Escribe...
Imogen nació en Londres, Inglaterra. Tiene estudios en antropología, arqueología e historia del arte, y ha sido su contacto con objetos de museos lo que le ha inspirado a escribir. Ganó una beca en escritura creativa en la Universidad de East Anglia. Esta es su primera novela, y ya ha sido traducida a 7 idiomas, gozando de una gran reputación.
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