El cuento #3, la desvelada ficha de póquer de H. Matisse, es un ejemplo de lo lejos que puede llegar un hombre para ser admirado y sentirse especial, aún por encima de sus ideales y de su propio cuerpo.
El cuento #9, El pequeño asesino, retrata la historia de un bebé poco convencional, que lleva a su madre a la más fuerte de sus psicosis.
En el cuento #10, La multitud, se juega con la mente de un hombre que se obsesiona con la gente que corre atenta a observar los accidentes de tráfico.
El cuento #12, La guadaña, es la historia de un hombre caído en desgracia, que encuentra una granja donde puede vivir y alimentar a sus hijos, pero el costo es muy alto.
El cuento #14, El viento, habla de Allin y su temor por el mismo, luego de haberlo cazado durante diversas expediciones.
El cuento #17, La alcantarilla, cuenta la historia de amor de dos ahogados cuyos cuerpos bailan con las inundaciones.
Marie se preguntó ociosamente hasta qué punto las manos de Joseph
habían intervenido en el ensanchamiento, el achatamiento y los cambios del
cuerpo de ella. Éste, por cierto, no era el cuerpo con el que había empezado
Joseph, Ya no era posible modificarlo ahora.
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—Es un país grande y hermoso
—¿No se siente nunca sola esta gente?
—Están acostumbrados
—¿No viven asustados entonces?
—Tienen una religión para eso
—Me gustaría tener una religión
—Cuando tienes una religión dejas de pensar —dijo Joseph—. Cree demasiado en
una cosa y no te quedará sitio para nuevas ideas.
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¿Qué hice? Quedarme sentado, aturdido, estupefacto. Oí un golpe terrible. ¡La
tapa del ataúd en la cara! Oí el carbón que se me venía encima en una caída
negra, los terrones que cegaban mi puerta. Dicen que todo el pasado desfila
ante nosotros entonces. Tonterías. Vemos el futuro. Nos vemos la cara, como un
caldo de sangre.
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El escritor Ray Douglas Bradbury nació en Illinois el 22 de agosto de 1920 y murió, a los 91 años, en Los Ángeles, California, el 5 de junio de 2012. Manejó los géneros fantástico, terror y ciencia ficción. Desde muy joven se entretenía leyendo y escribiendo de forma aficionada. No pudo ir a la universidad debido a la falta de recursos, pero se propuso aprender de modo autodidacta y se dedicó a estudiar en la biblioteca leyendo y redactando sus primeros cuentos. Fue también guionista en películas y series de televisión de ciencia ficción, su género favorito. Una representación de este trabajo se vio en la famosa película Moby Dick (1956). Un asteroide tiene su nombre en honor a todo lo que escribió sobre el espacio (9766 Bradbury).
Sobre el tema recurrente de sus obras, el autor explicó: “En mis obras no he tratado de hacer predicciones acerca del futuro, sino avisos. (…). Los intelectuales, ya sean de derechas o de izquierdas, siempre tienen miedo a lo fantástico porque les parece tan real ese mundo que creen que estás intentando engañar y, evidentemente, así es. (…) Vivimos en un mundo que nos absorbe con sus normas, con sus reglas y la burocracia, que no sirve para nada. Hay que tener mucho cuidado con los intelectuales y los psicólogos, que te intentan decir lo que tienes que leer y lo que no”.
PUEDE QUE LO CONOZCAS MÁS POR SU OBRA REPRESENTATIVA, FARENHEIT 451, DE 1953.
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