Y por fin llegamos a la entrega final de la saga de Wilt, que por 5 novelas nos trajo riendo con sus aventuras y haciendo entripados con las exigencias de su esposa.
En esta ocasión, Eva conoce a Clarissa, una "lady" snob como las amistades que Eva rebusca, que le pide que Wilt (tan inteligemte, porque es profesor universitario) le dé clases a su hijo Edward para entrar a la universidad. Eva ve el signo de dólares, tan solicitado ahora que sus cuatrillizas adolescentes han entrado a un internado carísimo, y presiona a Wilt para que vaya a la finca de su amiga y se gane el pan. Pero llegando allá se da cuenta de que es "una mansión de locos", con un "sir" George amargado, lleno de secretos, amante de las mujeres obesas y receloso de su apellido. Él y Clarissa se odian, se reclaman todo el tiempo el daño que les hizo casarse. Clarissa cuida de su tío Harold, un veterano de guerra con una pierna de palo que será el anzuelo perfecto para la travesura magistral de las cuatrillizas.
Edward, por su parte, es un adolescente enloquecido con las armas, que en lo único que piensa es en enlistarse en el ejército, y no soporta que su madre lo obligue a estudiar.
En la mansión, Wilt conoce a Bale, la ama de llaves que le cuenta con detalle los chismes de los patrones y lo sobrealimenta mientras tanto.
En la mansión, Wilt conoce a Bale, la ama de llaves que le cuenta con detalle los chismes de los patrones y lo sobrealimenta mientras tanto.
A sabiendas de que los peligros le persiguen, Wilt busca cómo alejarse de la mansión antes de terminar muerto por Edward, pero se cruza constantemente con su esposa, que por falta de comunicación y sufriendo hartazgo por la complicada maternidad que vive, no puede ver a tiempo los problemas que hay en la mansión. Clarissa buscará a toda costa seducir a Wilt, provocando la furia de una Eva que, aún tras todas las aventuras que le hemos conocido, sigue fervientemente enamorada de su Wilt.
El inspector Flint olerá los problemas de la mansión y apostará porque esta vez sí logre atrapar a Wilt, como ha intentado hacer en este juego de gato y ratón durante toda la saga.
Y la cuatrillizas...bueno, lograron ser explusadas del convento y del internado, cada día con mayor despertar sexual y mayor energía destructiva, demostrarán con creces el por qué de la ansiedad de un protagonista al que seguramente extrañaré.
Y la cuatrillizas...bueno, lograron ser explusadas del convento y del internado, cada día con mayor despertar sexual y mayor energía destructiva, demostrarán con creces el por qué de la ansiedad de un protagonista al que seguramente extrañaré.
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Thomas Ridley Sharpe nació en Londres, Inglaterra, el 30 de marzo de 1928. Se tituló como historiador en la Universidad de Cambridge y sirvió para la Marina Real Británica, quien lo llevó a residir por un tiempo en Sudamérica. Escritor de humor negro, también fue fotógrafo político, lo que le valió una estancia en la cárcel de Pietermaritzburg como preso político hostil, destruyendo los 36 mil negativos de trabajo que había realizado. Tuvo 4 hijas, y murió por diabetes el 6 de junio de 2013, a los 85 años.
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