Esta es la tercera historia de la saga del detective Bosch, en la que se habla de su juicio por un crimen cometido años atrás: el asesinato del Fabricante de muñecas, un asesino de prostitutas por el que el lector conoce la historia de la madre de Harry, cuestionándose si lo que hizo fue en cumplimiento de su deber o una venganza personal...
Norman Church es identificado como el asesino de al menos once mujeres dedicadas a la industria del sexo, a las que contacta en chats telefónicos y después estrangula y maquilla de modo exagerado, dejándolas expuestas a merced de la prensa y las autoridades. Bosch lo asesina luego de pedirle que no se mueva, para esposarlo, recibiendo como respuesta que sacara su peluquín de la almohada...movimiento que el detective tomó como amenazante, creyendo que sacaría un arma.
Su esposa Deborah lo demanda, alegando que es un buen esposo y padre de familia. La abogada de dicha familia es Honey Chandler, una mujer de gran carácter y dominio que no se agacha ante nada. Domina a la prensa, ha ganado casos millonarios y no duda en desarmar a Harry con la historia de su madre, una prostituta asesinada cuando él era niño. A pesar de mostrarse como una perra, Bosch llega a tenerle respeto, lamentando que no sea ella su abogada, por más que la relación entre ambos es tensa, debido a los puestos contradictorios en los que se encuentran.
Bosch pierde enteramente la concentración en el juicio cuando aparece un nuevo cadáver: la rubia del hormigón. Luego de suficientes pesquisas, descubre que no fue Norman quien la asesinó, sino un imitador al que llaman El Discípulo, al que buscará durante los descansos del juicio, por más que Belk, el incompetente de su abogado, se lo prohíba.
Su primer sospechoso es Mora, poli dedicado al área de prostitución que parece haberse desensibilizado del tema. En el camino le descubre algunos secretos sucios con los que logra asustarlo.
Bosch se apoyará también en el psicólogo Locke, testigo en el juicio como especialista en parafilias, quien lo 1756 instruye sobre la mentalidad del Discípulo, aunque eso le cueste verse un poco sospechoso...
Sylvia continúa siendo pareja de Harry, aunque enfrenta dudas y temores sobre la vibra negativa que el trabajo policial atrae a su casa. Los dos navegarán por aguas inseguras, hasta que logren abrir sus almas el uno al otro.
También reaparece el papel de Bremmer, periodista que sigue los casos de asesinato muy de cerca y que es invitado a testificar, ¿será una ayuda o un problema para Bosch?
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La primera reseña que leí de este libro fue "es el mejor de los tres y no ves venir al asesino". COINCIDO TOTALMENTE. La narrativa legal no es aburrida ni complicada, avanza de modo perfecto y te hace morder las uñas, porque no te esperas lo que pasa al final del juicio. Me parece brillante, y es que ya me estoy encariñando más con este detective que se hace el frío, pero que sigue buscando con desesperación el amor y la honestidad en la cruda sociedad de Los Ángeles.
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Las
palabras son hermosas o desagradables de por sí. Dejemos que se las apañen
solas.
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[ BOSCH Y CHANDLER EN LA SERIE ]
Honey Chandler es un personaje muy importante en la adaptación televisiva. Lo acompaña incluso en la secuela BOSCH LEGACY, y es justo como la pintan: tirana y fría, pero solo por fuera, solo para dar la impresión de la abogada mala que lo tiene todo bajo control. Harry aprende a admirarla y a trabajar a su lado. El libro la retrata bien, pero no lleva al personaje por la misma dirección que la serie.
Michael Connelly nació en Filadelfia, Estados Unidos, el 21 de julio de 1956. Es un escritor de novela policiaca que ha sido traducido a más de 40 idiomas y que ha alcanzado los 60 millones de copias vendidas de toda su obra alrededor del mundo. Su madre le inculcó el amor por la literatura, pero fue el escritor Raymond Chandler quien le inspiró para decidirse por el lado literario. Estudió periodismo y fue nominado al Pulitzer, por lo que el Los Ángeles Times le echó el ojo.
Esta primera obra de la saga de Bosch, El Eco Negro, tardó nueve años en terminarla. De ella siguieron 24 historias más de Harry Bosch, 3 de Jack McEvoy, 2 de Terry McCaleb, 7 de Michael Haller, y 6 de Reneé Ballard, entre otros escritos independientes.
A la larga, todos los errores se corrigen, cada punto negativo se iguala con un punto positivo, las columnas se suman y los totales son correctos. Pero eso es a largo plazo. Tenemos que vivir a corto plazo, y allí las cosas son a menudo injustas. Las compensaciones del universo hacen que todas las cuentas salgan a la par, pero en el proceso machacan tanto a los buenos como a los malos.
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