Jorge Pedro es un cronista que conocí por mi servicio en el Premio Nacional de Periodismo, y del que he seguido su trabajo sobre la Ciudad de México en el Canal Once. Apenas me enteré de sus libros, quise empezar a comprarlos, y esta fue mi primera adquisición. En este libro pequeño y ligero, entrelaza historias de su vida durante el terremoto de 2017 y la era del Covid, a la vez que recuerda las hazañas de Hernán Cortés, Pedro de Alvarado (que era más malo de lo que nos enseñaban en la escuela), la perrita Lebrela de Términos, una perrita cazadora de conejos y liebres que fue abandonada durante las expediciones de Cortés a Yucatán, y que fue rescatada dos años más tarde, gorda y feliz, lista para retomar sus obligaciones. También nos habla de Tepetlaoxtoc, en el Estado de México, donde hay más hombres que mujeres y algunos cuantos se visten de féminas para equilibrar el asunto, y donde se cuenta que fue la misma figura del santo ( San Sebastián el Encueradito ) quien se qu...
En mi primera aproximación a una lectura japonesa más profunda, me encuentro con la historia de Watanabe, quien vive con la marcada herida del suicidio de su mejor amigo durante su adolescencia. Huye para buscar soledad e independencia, pero se reencuentra por casualidad con Naoko, la ex novia de Kizuku, ese fantasma viejo amigo. Los tres compartieron tanto tiempo juntos, que Watanabe se sintió con el compromiso moral de cuidarla, de seguir compartiendo a ese muerto que tanto quisieron. En la universidad conoce a Midori, una chica extrovertida y animosa que parece obsesionada con el porno y que se convierte en su mejor amiga y en su esperanza de volver a un mundo alegre. Y es que, aunque encuentra consuelo en acostones de una noche con chicas a las que embriaga en bares junto con su desvergonzado amigo Nagazawa, no puede encontrar realmente la pieza que le hace falta para desligarse del dolor de la pérdida y los años en trance tras ese doloroso suicidio. Naoko sufre más que él, p...